Capítulo 33

18.2K 984 128
                                    

Máximo.

Me levanto cuando los rayos del sol se filtran por los ventanales de la habitación, «Carajo» olvide cerrar las malditas cortinas, aun así no me muero, me quedo completamente hipnotizado detallando el rostro pacífico de la mujer que descansa entre mis brazos, su respiración es una invitación de paz pero su cuerpo una de pecado, sus piernas entrelazadas con las mías y su brazo abrazo colocado delicadamente sobre mi abdomen, me hacen tomarla por la cintura pegándola más a mí, le beso los labios carnosos hasta que logro despertarla.

-Mmm.-murmura tratando de abrir los ojos.

-Buenos días, Malen'kiy.-continuo besándola.

-Buenos días, mi amor.

Se acomoda mejor sobre mi pecho, la albergo buscando más cercanía, me encantaría poder fundirla en el fondo de mi pecho.

Escucho atentamente casa una de las cosas que me dice, los planes que tiene hechos para hoy en su cabecita tan calculadora.

Todo se resume a ella bañándose en el mar y mirando los atardeceres. Y luego dice que el egoísta soy yo.

-Debemos levantarnos.-trata de apartarse.

-No.-la detengo.-Quedémonos aquí hasta las seis de la tarde en la cama.

-Claro, como si no tuviésemos dos terremotos por hijos.

-Entonces una rato más.

-Solo un rato.

Cuando ya son las 11:00 AM, nos levantamos, bajo a revisar la casa y ella va directo a la habitación de los terremotos a los que se les han pegado las sabanas.

Preparamos el desayuno juntos, mientras ellos conversan con nosotros desde las sillas. Miro a Rafaella y la atraigo por la cintura para posar mis labios sobre los suyos.

-Quiero ver los cangrejos enormes y las arañas.-comenta Damiano.

-Yo no quiero.-salta Bianca a la defensiva.-Me dan miedo.

-Si no quieres, te quedas.

-¡No me quiero quedar, pero tampoco quiero ir!-levanta la voz y la miro con dureza haciendo que se tranquilice.

-Tu padre te puede cargar mientras Damiano y yo exploramos.

-¡Si, madre!-se emociona Damiano.-¡Como unos exploradores!

Me quedo mirándolo con atención, pocas veces deja ver alguna de sus emociones, no siempre se muestra, pero no puede controlarse cuando se trata de su madre. Ella puede con él en todos los sentidos que de amor y afecto se trate, él sonríe con ella, llora con ella, se enoja con ella y le confiesa todas las travesuras que hace, ella es una especie de mejor amiga para él y cosas como estas demuestran que su madre siempre será su punto de quiebre.

Regreso a la realidad cuando Rafaella me habla.

-¿No me estabas escuchando?-cuestiona con las manos en la cintura.

-Estaba pensando en algo.

-¿Algo importante?

-Algo muy importante.-confirmo.

-Te decía que iremos a media tarde a ver las arañas.

-Entendido, preciosa.-la beso. Me pasan los platos para servir los huevos que he preparado pero me detengo cuando escucho lo que parecen ser lanchas y helicópteros sobrevolando la isla.

Dejo todo sobre la mesa y salgo de la casa.

-¿Qué pasa?-se alarma Rafaella siguiéndome el paso.

Le entrego los binoculares para que observé lo mismo que yo.

DINASTÍAWhere stories live. Discover now