EXTRA: Cadenas invisibles

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EXTRA: Cadenas invisibles

Christian.

A mis enemigos no los regresó a mirar, solo atacó cada uno de sus puntos débiles sin restricciones, incluso destruyó sus lados fuertes.

Lo destruyó todo.

Los reduzco a cenizas hasta que no queda nada de ellos.

A excepción de él.

No puedo atacarlo, solo respondo a los dardos que suele lanzar.

Fabio Kuznetsov es mi gran enemigo pero antes fue mi amigo.

Un hermano para mí.

Ambos vivimos en Estados Unidos donde yo estudiabamos en Stanford, yo Política Internacional y el Ciencia Médicas.

En ese entonces nuestros padres ya eran enemigos, unos muy peligrosos, mi padre nunca ha podido ocultar su odio entrañable por el rey de la mafia rusa y su padre no puede tapar con un dedo el odio que siente hacia Max porque la forma en que lo detesta es incluso más grande que el sol.

Pero ciertamente no nos importaba, si bien es cierto, en un inicio nuestra rivalidad era evidente, pero con el tiempo nosotros nos empezamos a llevar bien y eso era lo importante.

Conocí a su novia, Ariadna Palmieri, con quién ya tenía a su primer hijo, según lo que me ha contado, se conocieron muy jóvenes y la belleza de la chica lo deslumbró, además de su soledad y su abandono. Se había quedado huérfana. No tenía a nadie a quien aferrarse más que a su hermana y eso era perfecto para Fabio, que la quería solo para él.

Nuestra primera impresión fue buena, incluso creo que ella había olvidado que yo venía del linaje del que la familia de su esposo nos consideraba sus peores enemigos y que mi sangre para ellos significaría victoria y poder absoluto sobre el mundo entero. Compartíamos momentos e incluso cargaba a su hijo y me quedaba a su cuidado para que ellos pudiesen escaparse a hacer sus porquerías. No era así exactamente pero ya cuando me lo dejaban en la puerta del pent-house no podía tirarlo a la calle, lo bueno es que no lloraba el niño pendejo, era silencioso y observador, con sus ojos recorría todo lo que había en mi casa.

Un día, cuando las clases terminaron, regrese a Italia y durante una cena mi padre dijo que teníamos que ir a Colombia, no acepte a la primera pero me forzó y no me quedo de otra. Max Riccardi es muy testarudo y el viejo con el que íbamos a hacer tratos también.

Ahí fue cuando conocí a Carolina Ferrer, una mujer deslumbrante por dónde la observarás, me volvió loco desde el primer instante, sus vestidos color pistacho, combinaban con sus ojos verdes y su melena rubia. Me obsesione y no pare hasta que me la traje conmigo a Estados Unidos, para lo cual tuve que esforzarme como nunca porque es difícil, de carácter fuerte y está desquiciada. Al primer instante se llevó bien con Fabio, se bromeaban pesadamente sobre cómo me mataría su padre y ella lo atacaba diciéndole como es que Max lo mataría, eso le causaba risa al bastardo.

Mi matrimonio se suscitó en Colombia y después de eso planificamos tener hijos, yo los quería desde la primera vez que me la lleve a la cama, pero se negaba, hasta me rogué para que se dejara embarazar pero no conseguí nada y me tocó esperar a hacerle la boda de sus sueños la cual tardo más de un mes, aparte, su padre también jodida con "hacer las cosas bien".

El algún momento a Fabio y a mí nos pareció oportuno que nuestras mujeres se conocieran. Que mi mujer mencionara su apellido y que Ariadna lo reconociera de inmediato fue el detonante que explotó en nuestra cara, en los ojos de la mujer se vislumbró odio en estado puro, no pudimos ni sentarnos a la mesa porque ella casi enloqueció en el restaurante, por lo que tuve que sacar a Carolina de inmediato, si la Palmieri se atrevía a tocar a mi mujer iba a morir arrodillada en ese mismo establecimiento. Después lo entendí todo, Octavio Ferrer había transado negocios ilícitos con los señores Palmieri y cuando vio la mínima sospecha de traición los mandó a eliminar, así fue como el papá de mi mujer le quito todo a la esposa de Fabio. Después de ese evento me tocó ordenar que la vetaran de Italia y que nunca más se le permitiera el ingreso al país.

DINASTÍAWhere stories live. Discover now