DINASTÍA

Capítulo 13

Máximo.

Me despierto cuando algo empieza a sonar muy cerca de mi oído. Palpo con los ojos cerrados el lugar de Rafaella, no encontrarla dónde debería estar me hace abrir los ojos.

¿Dónde se metió ahora? ¿Dónde están los demonios esos que se metieron en mi cama en la noche?

Busco el aparato que me está taladrando el cerebro.

-¡¿Qué quieres?!-rujo con el teléfono en la oreja.

-Buenos días mi flamante rey, ¿Cómo amaneciste hoy?

Ya empezó este imbécil.

-Estaba bien hasta que te escuché.

-Qué bueno, me alegra que mi voz haga que el día te sonría. Que sepas que es mutuo.

-Lo que dije fue todo lo contrario.

-Por eso digo que tus mañanas son más bonitas cuando recibes una llamada de mi parte.

-¿Para qué llamas, Novikov?-la paciencia se me agota.

-Vine a la mansión y me dicen que has viajado a Rusia el día de ayer.

-¿Y?

-Porque no me avisaste si yo también quería ir.

-Puedes venir cuando quieras, ¡Tienes un puto jet!

-Pero quería ir con mi hermano del alma.

-Y yo con mi familia.

-Hare como que no escuché eso. Bueno, quería saludarte pero no importa...

No sé cansa de gastar saliva conmigo.

-¿Algo más?

-No olvides que mi cumpleaños es en tres días.

-No lo olvidaré. Nunca lo hago.

-Cada año tengo miedo de que me decepciones, Kuznetsov.

-Cada año me frustró más con los cumpleaños.

-Ahora, dime, tengo que ir para que me des el abrazo o solo enviaras regalo.

-Ya veré yo.-bufa agotado.

-Te dejo. Si no vienes no importa, solo recuerda que soy un poco resentido, talvez en tu próximo cumpleaños no me aparezca y decida darme una vacaciones por Berlín.

-Déjame tranqui...-termina con la llamada antes de que pueda terminar la palabra.

Este hijo de puta. Compruebo que sea verdad que me ha cortado la puta llamada. Y si, lo ha hecho.

No tiene que advertirme de su cumpleaños, lo tengo muy presente. Son fechas que uno no puede olvidar aunque quiera.

Me pongo de pie estirando mi espalda y camino a lavarme los dientes y ducharme. Me agrada hacerlo en ese orden. Estructuradamente.

Abro la ducha y el agua cae empapando mi cabello y deslizándose por mi piel. El frío de Rusia es lo mejor que puede existir, no necesito baños de hielo, solo estar aquí.

Antes fue mi lugar favorito, tengo varias propiedades en el país, pero la mansión que tengo en el centro de la ciudad fue donde me refugie durante años, apenas tuve uso de razón y dinero propio, no de mi padre o mis abuelos. Después, cuando asumí la mafia a los 18, mandé a hacer este castillo, para Malen'kiy y me mudé aquí. Era el rey que vivía en un castillo. Sangre del poderoso Adriano Kuznetsov, al que llamaban: "El chico del linaje puro" "El demonio Kuznetsov" "El rey".

En ese entonces era una propiedad muy grande para mí, por eso me traje a vivir conmigo a Gregori y Renzo, fue así como logré sentirme más menos solo, con la presencia del hijo de puta Novikov, no había ni un momento de paz, él es alguien que siempre está alegre o haciendo bromas, no existe seriedad ni amargura que lo ataque.