Cap 4- Una visita indeseada

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Yuuri estaba perplejo, ¿como era posible que un chico de linaje inferior lo hubiese dejado a medio baile en el centro de la pista y con las miradas de los presentes sobre él?. Esto le enfureció por ello se abrió paso entre los bailarines con brusquedad mientras a sus espaldas escuchaba un sin fin de murmuraciones, para aumentar su disgusto al llegar a una esquina del salón vio como la señora Feltsman se paseaba de un lado a otro con tal confianza que le parecio chocante, definitivamente esa era una familia de lo mas común que estaba lejos de poder aspirar a un sitio en su elevado mundo.

--Veo que duró muy poco tu simpatía por el chico Feltsman.-- dijo Alionna Altin que se abanicaba junto a una ventana.

--¡No digas tonterías! ¡jamás podría sentir simpatía por alguien tan maleducado!.-- Yuuri de inmediato ordenó a un lacayo que le sirviera otra copa esta vez de vodka.

--¿Seguro? Yuuri Katsuki es una persona que pocas veces baila y ahora lo hizo con un...campesino.-- añadió la mujer con desdén.

--¡Deja de molestarme!.-- respondió bruscamente.

--¡Vaya!, tu disgusto me dice mucho.-- exclamó poniendo la máxima atención en cada gesto del nipón.

--¡Te dije que dejes de molestarme!.-- Yuuri se dio la vuelta para ver a la mujer con el semblante lleno de enojo e indignación por lo que creyó había sido una terrible humillación a manos de un campesino.

Alionna se dio la vuelta para alejarse al momento del sitio, le molestó la actitud de Yuuri pero a la vez le satisfacía saber que sus palabras ejercían tanto efecto en él, pues aquella mujer amaba manipular a los hombres y Yuuri era uno de sus objetivos.

Viktor al salir al jardín se sentó al borde de una fuente, dentro de la casa la música y las risas de los invitados delataban una gran felicidad, nada mas falso, detrás de aquella aparente amabilidad se escondía un mundo de vanidad, altivez y orgullo. Sin duda la clase alta era solamente hipocresía y falacia.

--¿Huiste tan pronto del señor Katsuki?.-- llegó por detrás Alek.

--No debí aceptar su invitación, ese tipo es de lo peor.-- contestó Viktor con enojo.

--Vamos no creo que sea para tanto, sé que no es la persona mas simpática pero...--

--¡Eso es lo que me molesta de ti!.-- Viktor de repente se levantó de un salto.-- ¡siempre dices lo mismo como si no tuvieras amor propio que defender!.-- le reprochó.

--Pues a mi me parece que siempre le das demasiada importancia a todo, además recuerda que somos únicamente un par de omegas que...--

--¿¡Que debemos callar todo lo que nos indigne!?.-- lo interrumpió el peliplata.

--Por desgracia así es.-- afirmó Alek.

--¿¡Pero cómo puedes decir eso!? veo que entre tu y yo aunque siempre hemos sido amigos hay una enorme diferencia que nos separa.--

--¡Eso es porque has crecido como un alfa y has olvidado que eres un omega!.-- gritó Alek.

--Sé muy bien que soy un omega pero no por eso pienso permitir que un alfa presumido y pedante me humille de esa forma, simplemente no puedo.-- Viktor volvió a su asiento ya mas tranquilo pues entendió que sus ideas eran muy distintas a las de su amigo y eso sería difícil de cambiar.

--Lo lamento pero yo no puedo ser tan valiente como tú.-- Alek bajó la vista mientras sus ojos se humedecían.

--No se trata de ser valiente, es sólo que siempre debemos defender nuestra dignidad y demostrarles aun a las personas de alto linaje que podemos ser igualmente valiosos que ellos. Por favor nunca permitas que te humillen se trate de quien se trate.--

Mi dulce omegaWhere stories live. Discover now