Cap 6- Rompiendo barreras.

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Viktor no podía creer lo que escuchaba, ¿cómo era posible que el aristócrata y orgulloso Yuuri se estuviera disculpando ante él? cierto que sus encuentros usualmente eran tensos pero aún asi no le cabía en la cabeza que el nipón pudiera sentir remordimientos por su conducta, esto sencillamente era demasiado.

--¿Está pidiendo disculpas?.-- Viktor vio directo a los ojos al nipón que bajó la vista con nerviosismo.

--Yo...sé que lo que dije fue bastante desagradable, le di la peor impresión sobre mi, mas aún lo traté con tan poco tacto y respeto.--

--Si lo hizo, y sobre mi opinión respecto a usted prefiero no hacerla de su conocimiento ya que sin duda le sería difícil de escuchar.--

Yuuri sabía que aquel omega no había merecido tal trato después de las atenciones que tuvo con él por ello aceptaba que su enojo estaba mas que justificado.-- En mi defensa únicamente diré que crecí en un ambiente donde se me exigía demasiado en el ámbito intelectual y quizás eso me privó de aprender a disfrutar de actividades de ocio incluyendo el baile, claro que sí sé bailar pero no es algo que aprecie como el resto de la gente, para mi es un movimiento mecánico que carece de gracia.--

--Aun asi eso no justifica que me haya tratado de esa forma tan despectiva, el que usted no disfrute tal actividad no es culpa de los demás sobre todo cuando usted mismo tomó la iniciativa.--

--Como le dije crecí en un mundo alejado de tal ocupación.-- argumentó con obstinación.

--Ese no es el principal problema, lo que no puedo permitir es que me haya tratado como un paria solamente por contar con pocas monedas en mis bolsillos.--

Yuuri bajó la cabeza por completo avergonzado.--Ocurre que también me enseñaron a guardar la distancia de personas que no pertenecen a...--

--Su sociedad.-- lo interrumpió el omega.

--Asi es.-- admitió.

Viktor por primera vez sintió pena por el nipón, acababa de descubrir que detrás de sus ropas finas, su billetera repleta y sus inmensas propiedades se escondía un hombre solitario y amargado.--Bien lo pensaré, aunque todavía no estoy seguro si disculparlo o no.-- dijo el ruso poniéndose de pie aún bastante incómodo por la tensa charla.

--¿Lo dice usted en serio?.-- Yuuri levantó la cabeza dejando ver sus ojos que despedían un enigmático brillo.

--¿Por qué habría de mentirle? pero le advierto que no me agradan las personas con aires de grandeza. Si hay algo que no soporto es a los que hacen menos a quienes les han abierto las puertas de sus casas de tan buen agrado llamándolos "chusma", eso me parece casi imperdonable.--

--Lo entiendo perfectamente, y nuevamente le pido perdón por lo que dije, sin embargo aunque me es difícil cambiar mis ideas sé que a usted debo dejarlo fuera del promedio de los demás pobladores.-- contestó Yuuri avergonzado.

--No debe dejarme fuera porque pertenezco a esa misma sociedad a la que usted desprecia con tanto ahínco, pero ya que veo indicios de sincero arrepentimiento de su parte para su tranquilidad si aceptaré su disculpa no obstante esta será la única vez que lo haga. Ahora por favor le pido que deje ese penoso asunto de lado pues ya no quiero seguir hablando de ello.--

--Gracias, créame que no se volverá a repetir algo asi.-- Yuuri quería seguir hablando pero el valor al fin terminó por abandonarlo además creyó que con eso era suficiente para zanjar sus diferencias

El peliplata no añadió nada más, en vez de eso se acercó al caballo del nipón al que acarició de las crines.-- Es un caballo hermoso, ¿cómo se llama?.--

Mi dulce omegaWhere stories live. Discover now