Cap 32- Entre la incertidumbre y la esperanza.

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Un carruaje se detuvo ante la granja Feltsman bajando del mismo un alfa rubio elegantemente vestido que llevaba un maletín al que le dedicaba demasiada atención. Un par de minutos después se encontraba sentado sobre un sencillo sofá mientras que una ansiosa familia esperaba sus palabras con una mezcla de esperanza y pavor.

--Por favor acepte una taza de té señor Giacometti.-- dijo Lilia llegando con una bandeja.

--Será un placer señora Feltsman.--

--Esperamos que el viaje haya sido agradable.-- cuestionó Yakov desde su sitio frente al abogado.

--Fue relativamente rápido, el tren en esta zona del país es muy bueno. Ahora antes de tomar el té primero debo leer el informe que la Fiscalía de Moscú me ha entregado hace un par de días.-- Chris de su maletín sacó un sobre bastante grande el cual abrió para leer en voz alta un grueso documento.

Viktor estaba atónito al igual que el resto de la familia, simplemente no podían creer lo que escuchaban.-- Pero Chris, ¿cómo es eso posible?-- dijo el omega sin salir de su asombro.

--La policía de Moscú es bastante eficiente, además en su guarnición se pudo recabar información sobre sus actividades y contactos fuera del ejército.--

--¿Pero y el dinero?-- preguntó Yakov ansioso.

--Este se ha recuperado al igual que las joyas.--

--¡Alabado sea el señor!-- exclamó Lilia dejándose caer al sofá mientras las lágrimas llegaban a sus ojos.-- ¡estamos salvados!--

Yakov sonrió con discreción, Mila y las gemelas lanzaron un grito de alegría en tanto que Yura abrazó a su madre, sólo Viktor parecía no asimilar todavía lo que pasaba.-- No puedo creer que después de dos semanas Iván todavía llevara el dinero y las joyas encima.-- expresó con duda.

Chris titubeo un poco antes de responder.-- Podría ser que no quería hacerse sospechoso y por eso no vendió ninguna de las joyas o las monedas.--

--Mmm...yo lo pongo en duda.-- Viktor dirigió una mirada cuidadosa al suizo que al instante se tensó.

--Lo importante es que hemos recuperado nuestros bienes, ahora si le pagaremos al señor Katsuki en cuanto pueda vender las joyas.-- intervino Yakov.

--Sobre eso no es necesario que se preocupen, ya que el joven Nikiforov me había autorizado a buscar un comprador en Moscú me tomé la libertad de llevarlas a un joyero italiano.--

--¿¡Pero ya las has vendido!?-- lo interrumpió Viktor.

--Asi es, tuve que recurrir a una buena estrategia pero finalmente aceptó comprarlas.-- el suizo del maletín sacó dos fajos de relucientes billetes.-- aquí están; cuatrocientos cincuenta mil rublos de la cosecha y otros tantos por la venta de las joyas y las monedas.--

--¿¡Cuatrocientos cincuenta mil por las joyas!?-- exclamó el peliplata sin dar crédito a lo que veía y oía.-- ¡Pero eso ningún joyero lo habría pagado!--

--Pues el señor Di Bari si lo hizo.-- contestó con nerviosismo al notar la duda de Viktor.

--Viktor por favor deja de hacer tantas preguntas, seguramente es un comerciante rico y generoso.-- intervino Lilia.

--Es famoso precisamente por ello.-- afirmó el suizo con una sonrisa insegura.

--Ahora lo que debemos hacer de inmediato es entregarle ese dinero al señor Katsuki, sólo que aun nos faltarán poco más de cien mil rublos por los cuales pienso pedir una prórroga.-- dijo Yakov.

--Estoy seguro de que se las concederá, si usted gusta yo mismo puedo redactar una solicitud.--

--En realidad quiero pedirle algo más.--

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