Cap 41- Una nueva vida.

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Un elegante carruaje recorría las calles de Moscú que azotadas por una terrible nevada lucían desiertas. Yuuri Katsuki observaba todo desde la ventanilla que al poco rato quedó por completo empañada por ello decidió poner su atención en una diminuta cajita forrada de terciopelo rojo la cual abrió dejando ver un primoroso anillo de oro coronado con un gran diamante azul rodeado de otros diamantes blancos más pequeños, sin duda era una joya de un extraordinario valor. Enseguida la guardó en la bolsa interna de su chaqueta esbozando una sonrisa de satisfacción ya que esta simbolizaba algo muy importante para él.

--Hemos llegado señor.--dijo el chofer asomándose por una minúscula ventana que lo comunicaba con el interior del coche.

--Al fin, este viaje ha sido demasiado largo pese a la corta distancia.--

--Es culpa de la nieve señor, los caballos se fatigan más fácilmente debido a que se quedan atascados con frecuencia.--

--Es verdad, por favor encarguese de que les den una generosa ración de avena y que los cubran con una manta caliente.--

--Así se hará señor.--contestó el chofer sorprendido de que Yuuri entablara conversación con él y que además se mostrara amable.

El coche rodeó una bella fuente que formaba una glorieta para detenerse frente a una fina puerta de madera, el nipón bajó del vehículo sólo que antes de entrar a la casa se dio la media vuelta para ver al chófer.--Por ahora vaya y descanse señor Smirnov--

--Gracias señor Katsuki, usted también descanse.--el empleado estaba perplejo ante tal amabilidad.

Yuuri entró a la casa donde fue recibido por el mayordomo que incluso le ayudó a despojarse de su grueso abrigo.--Bienvenido a casa señor.--

--Gracias señor Marakov.--Yuuri comenzó a subir una amplia escalera cubierta de una elegante alfombra de color vino.

--¿Va a cenar el señor?--cuestionó el mayordomo.

--Sí, pero primero me daré un baño caliente.--

--¡Alexandra!--el mayordomo llamó a una mucama.--Prepara el baño para el señor.--ordenó.

Yuuri después de tomar un relajante baño y de disfrutar una deliciosa cena, se sentó sobre su sillón favorito al lado de una ventana, se sentía preocupado al pensar en lo que los padres de Viktor estarían pensado pero le tranquilizaba saber que su omega era valiente y decidido, además la carta que le había dejado era suficiente para aclarar su repentina partida de Selkovo a donde pensaba regresar al dia siguiente en la mañana. Con ese pensamiento comenzó a cabecear al arrullo del fuerte viento y del calor de la chimenea, sin embargo fue interrumpido por un llamado a su puerta.

--Señor Katsuki.--llamó el mayordomo.--el señor Popov quiere hablar con usted.--

A Viktor eso le extrañó demasiado.--Pasen.--

El señor Popov que era el padre del portero entró respetuosamente al salón.--Con su permiso.--

--¿Dígame que pasa?--Yuuri estaba impaciente por saber el motivo de tal visita.

--Señor, hoy en la tarde vino un chico a buscarlo.--

Yuuri hizo un gesto de disgusto ya que pensó podría ser La Fleur que en más de una ocasión había ido a buscarlo a su mansión.--Echenlo si vuelve a aparecerse por aquí.--

--Disculpe señor pero no era La Fleur.--

--¿Quién era entonces?--el nipón creyó podría tratarse de otro omega de la misma casa de Madame Noelle.

--Dudo que se trate de un omega de la casa de Madame Noelle.--le aclaró adivinando su pensamiento.

--¿¡Entonces quién es!? ¡hable!--le exigió con impaciencia.

Mi dulce omegaWhere stories live. Discover now