Cap 23- Un doloroso descubrimiento.

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La señora Filippovna observaba con preocupación como la lluvia arreciaba acompañada de fuertes vientos mientras se preguntaba que había pasado con Viktor al que vio correr hacia el bosque con la angustia reflejada en el rostro.

--La lluvia no se detiene y Viktor sigue allá afuera, pescará un gran resfriado.-- dijo la anciana.

--Eso mismo estaba pensado tía.-- contestó Alek igualmente preocupado.

En ese momento se acercó Akihito Katsuki que también se veía preocupado.-- ¿Mi primo Yuuri no ha vuelto?.--

--Aun no, ni tampoco Viktor.-- contestó Alek.

--Ambos deben de estar juntos, ojalá se hayan refugiado en un buen sitio .-- sugirió la anciana.

--¿Pero por qué dicen que están juntos?.-- cuestionó Alek.

--Vi a Viktor correr hacia el bosque y después al señor Katsuki ir detrás de él.-- aclaró la dama.

--Yo también los vi.-- añadió Akihito.

--Pero ya han pasado más de dos horas, me parece que sería mejor ir en su búsqueda.-- sugirió Alek.

--Pero Alek querido, ¿estás seguro que si están juntos les agradaría vernos llegar?.-- contestó la anciana con una sonrisa un tanto pícara.

Akihito que no perdía una palabra de lo que se decía cambió su atención hacia el jardín cuando un mensajero llegó a toda prisa montado en un caballo.-- Ese es un empleado de la casa de Yuuri.-- el nipón salió a toda prisa a su encuentro temiendo una mala noticia.

--Joven Katsuki, mi amo me ordenó avísarle que él lo espera en casa.-- dijo el recién llegado.

--¿Eh? ¿pero cómo? ¿ya regresó cuando aquí está aún su coche y su chofer?.-- Akihito no comprendía lo que pasaba.

--Asi es, el amo regresó caminando a la mansión hace poco más de medía hora.

--¿¡Caminando!?.-- exclamó con asombro.

--También nosotros quedamos sorprendidos cuando lo vimos llegar empapado y con las botas llenas de barro.--

--Gracias por venir, ahora mismo me marcharé.--

--Así que el señor Katsuki se marchó hace rato y además lo hizo caminando en medio de la lluvia, ¿qué habrá pasado?.-- dijo la anciana.

--¡Iré a buscar a Viktor!.-- dijo Alek.

--Eso es necesario, yo me retiro ya que según parece algo no anda bien en casa.-- Akihito después de despedirse de la anciana y de Alek subió a su carruaje y emprendió el regreso a la ciudad con mil preguntas en la cabeza.

--Date prisa Alek, ojalá Katsuki no le haya hecho algo malo a Viktor en caso de que hayan reñido.--

--Tía por favor, el señor Katsuki es un sujeto desagradable pero no llegaría al extremo de lastimar físicamente a Viktor.--

En ese momento la puerta trasera de la casa se abrió bruscamente dando paso al ruso que empapado y cubierto de barro subió por las escaleras.-- Gracias al cielo que ha regresado.-- dijo la anciana con alivio.

--Iré a hablar con él, será mejor que tú vayas a atender a los invitados que están en la sala.--

Alek con paso ligero subió por las escaleras donde al final de un pasillo se encontraba la habitación que la anciana le había cedido al peliplata para pasar la noche.-- Viktor, ¿puedo pasar?.-- el silencio completo.-- Voy a pasar.-- dijo al no tener respuesta.

Alek sintió su corazón estrujarse cuando al entrar vio a su amigo acostado boca abajo sobre la cama llorando con el rostro escondido entre las almohadas.-- Déjame solo por favor.-- pidió con voz entrecortada.

Mi dulce omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora