Cap 9- El creciente amor de Yuuri.

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Viktor regresaba generalmente por el mismo camino entre el bosque ya que el trayecto por ahí era menos largo aunque también mas accidentado, sin embargo las vistas maravillosas de aquella zona de Rusia compensaban cualquier incomodidad. Por otro lado las ventas de sus productos les habían permitido sobrevivir al menos con lo más indispensable en tanto que la granja seguía siendo igual de productiva sólo que ahora debían trabajar duramente para cubrir las exigencias de Elías Feltsman. Yura por ejemplo ayudaba a Yakov en las hortalizas, Anna y Lara se hacían cargo del local en el mercado municipal y Mila ayudaba a Lilia a preparar sus mermeladas y galletas. Todos se dedicaban a sus labores en cuerpo y alma pues no tenían otra opción.

Viktor al regresar del mercado en más de una ocasión se había topado con el nipón, si bien al principio pensó que esto era una simple casualidad ya que las constantes idas de este último a visitar su recién adquirida hacienda en las afueras del pueblo lo justificaba no obstante comenzaba a sospechar que tales encuentros no eran una simple coincidencia. Sólo que esa tarde cuando se acercaba a uno de los puentes sobre el río que bordea a Selkovo, una silueta montada en un esbelto caballo negro brotó de entre los árboles.

--Afortunados los ojos que te ven.-- dijo Iván Kuznetsov con su acostumbrada sonrisa coqueta.

--Buenas tardes, ¿va a salir del pueblo?.-- preguntó con timidez el omega.

--No, únicamente he venido hasta aquí para esperarte.--

Viktor se sonrojó al oír aquellas palabras aunque siguió su camino a paso lento.-- creí que ya estaba en su nuevo batallón.-- dijo tratando de sonar casual.

--Ya debería estarlo pero la orden ha tardado mas de lo usual.-- Iván caminaba junto al carromato viendo con atención al peliplata.

--Según oí decir algunos militares han sido asignados a un cuartel cerca de Moscú.--

--Eso es lo que espero, no me gustaría ser asignado al otro regimiento el cual partirá al norte del país.--

--Eso sería terrible, es un territorio al que cualquiera que tenga sentido común temería ser enviado.-- mencionó Viktor.

--Por fortuna tengo altas probabilidades de que no sea así, uno de mis superiores ha escrito al ministerio de defensa para pedir mi plaza en Moscú. Sinceramente no quisiera alejarme demasiado de Selkovo, tengo grandes planes que pienso llevar a cabo a la brevedad posible.-- añadió con una enigmática sonrisa.

Viktor detuvo el carromato bajo un alto roble.-- Me quedaron unas galletas, ¿gusta probarlas?.--

--Será un placer.-- contestó Iván bajando de su caballo.

Ambos se sentaron sobre la hierba mientras el omega sacaba de una cajita sus apreciadas galletas.-- Ojalá le agraden.--

Iván al momento tomó la mano de Viktor y lo atrajo hacia si.-- ¿Quieres saber que es lo que he pensado?.-- le preguntó viéndolo a los ojos.

Viktor instintivamente trató de retirar su mano aunque fue inútil ya que Iván lo sostuvo con fuerza.--La verdad no soy tan curioso.-- respondió con disgusto.

--Pues eso no es muy bueno...para mi.-- Iván no estaba dispuesto a renunciar tan fácilmente a su propósito por lo que pasó su brazo por los hombros del omega para acercar su rostro con la clara intención de romper la distancia.

Viktor se levantó de un salto ya que comprendió de inmediato cual era la intención del militar.-- Señor Kuznetsov, le pido no se tome demasiadas libertades conmigo.-- le reprochó.

Iván lo vio con gesto dolido.-- Lo lamento pero no puedo ocultar mi interés en ti.-- dijo con sinceridad.

--Lo entiendo pero...no me agrada que alguien se tome esa libertad cuando yo no se la he dado.--

Mi dulce omegaWhere stories live. Discover now