Cap 17- Reencuentro.

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Tres días estuvo Viktor alojado en la casa de Alek, sin embargo cuando supo que la llegada de Elías Feltsman estaba cercana decidió mudarse con la señora Filippovna la tía de Alek que tenía una casa de huéspedes en pleno centro de la ciudad. Por supuesto sabía que se encontraría en más de una ocasión con su ex pretendiente pero prefería que esto no se diera en su propio hogar para evitar posibles situaciones incómodas, asi esa tarde de jueves en pleno verano un carruaje tirado por un caballo negro azabache se detuvo frente a una casa de dos plantas bastante amplia.

--¡Bienvenidos!.-- los saludó una mujer de 75 años, con ojos verdes, cabello canoso, un poco pasada de peso pero con la vitalidad de una adolescente.

--¡Tía María!.-- exclamó Alek con alegría.

--¡Mi querido muchacho!.-- la mujer besó ambas mejillas de su sobrino.

--Te presento a mi amigo Viktor Nikiforov.-- Alek estaba ansioso por presentar al omega.

--¡Pero que jovencito tan apuesto!.-- exclamó la mujer.-- estoy segura de que en Selkovo más de un alfa ha peleado por ti.-- dijo con su acostumbrada jovialidad.

Viktor enrojeció al instante.-- Es un placer conocerla Madame.-- fue lo único que atinó a decir.

--El placer es mío, ahora pasen por favor.-- enseguida entraron a un luminoso vestíbulo donde a mano derecha una pequeña sala invitaba al descanso.-- Le diré a uno de mis mozos que suba la maleta a tu habitación.-- dijo al anciana.

--Gracias Madame por recibirme en su casa.-- dijo el peliplata tomando asiento.

--No hay de que, cuando Alek me dijo que necesitaba alojamiento para su amigo no lo dudé un minuto.--

--Mi tía tiene varias habitaciones todas muy cómodas y con gusto ha puesto una a tu disposición.-- intervino Alek.

--De hecho elegí para ti la que está al lado de la avenida, desde ahí tendrás una estupenda vista de la plaza que está enfrente.-- añadió la mujer.

--Se lo agradezco mucho Madame.-- Viktor estaba realmente agradecido con la amabilidad de la anciana.

María Filippovna era la viuda de un capitán del ejército imperial que a la muerte de su esposo heredó una fortuna modesta pero que supo muy bien como administrar al adaptar su amplia casa para recibir principalmente a estudiantes de la universidad lo que le redituaba suficientes ingresos como para no tener otra ocupación más que organizar partidas de cartas con sus amigas, visitar a los vecinos, ir al teatro, pero sobre todo para ejercer su mayor afición la cual era emparejar a jóvenes omegas con apuestos alfas, esto era en realidad algo de lo que podía vanagloriarse y como prueba más de un matrimonio se había celebrado gracias a su intervención.

Viktor después de una corta pero agradable charla con su alegre anfitriona subió a su recámara acompañado de Alek.--No puedo creer que nunca me hayas hablado de tu tía cuando es una mujer tan agradable.-- dijo el peliplata mientras metía su ropa a un pequeño armario.

--En realidad yo mismo apenas la estoy comenzando a conocer.--

--¿Y eso?.--

--Pues verás, ella es la hermana mayor de mi madre pero aunque nació en Selkovo desde muy joven abandonó el pueblo para trabajar con una costurera y después como ama de llaves sólo que aquí conoció a su esposo el cual era un militar.--

--¿Pero acaso nunca va a Selkovo?.--

--Pocas veces ha ido, de hecho su última visita fue hace quince años.--

--¡Pero eso es bastante tiempo!.--

--Si lo es, pero creo que ella realmente disfruta de la vida de la ciudad, además mi madre la visita cada que tiene tiempo.--

Mi dulce omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora