Cap 21- Despedida en una tarde de verano.

115 18 64
                                    

Pasaron un par de días en los que Viktor se mantuvo bastante ocupado, la señora Filippovna había decidido cambiar la tapicería de un par de habitaciones así que el ruso para corresponder a la gentileza de la dama decidió hacer tal trabajo, esto además le permitió distraerse de su difícil situación y darle más tiempo de pensar bien en lo que debía hacer respecto a su relación con Yuuri Katsuki al que prometió ver pronto.

--Veo que eres muy bueno poniendo tapicería.-- dijo la anciana entrando a una de las habitaciones con una taza de té en la mano.

--He hecho este trabajo en varias ocasiones Madame.-- respondió desde lo alto de una escalera.

--Sabes que te agradezco que me hayas ayudado.--

--Ha sido un placer, usted ha sido tan atenta conmigo.--

La anciana sonrió mientras se sentaba sobre un sofá.-- Tu té se enfriará.--

--Ahora voy señora.--

Viktor bajó al momento y se acercó a una mesita de donde tomó una graciosa taza de té.-- Según me dijo en la casa de campo también tiene un par de habitaciones que requieren arreglo, yo podría hacerlo si gusta.--

--¡Oh no!, eso sería un abuso de mi parte.--

--¡Pero Madame!.--

--Hágamos esto; si aceptas un pago podrás hacer lo que creas conveniente, ¿de acuerdo? o de lo contrario me niego rotundamente.--

--Me parece bien.-- aceptó el omega satisfecho ya que dicho sea de paso el dinero le hacía demasiada falta.

--Aunque esto será para la próxima semana, recuerda que pasado mañana domingo tendremos la barbacoa.--

--Si lo recuerdo, por lo pronto sólo veré lo que necesito.--

--De acuerdo. Por ahora debo ir a la iglesia, si necesitas algo sólo pideselo al mayordomo.--

--Gracias Madame.--

En cuanto la anciana salió Viktor volvió a su trabajo, se sentía bastante cómodo en esa casa aunque por supuesto cada día añoraba más su propio hogar por ello no pensaba extender demasiado su estadía en la ciudad y estaba determinado a regresar a Selkovo después del cumpleaños de Alek, no obstante aún tenía la duda de lo que pasaría entre él y Yuuri y si esto lo detendría ahí.

--Joven Nikiforov, un mensajero ha traído esto.-- dijo de pronto una doncella que llevaba un inmenso y perfumado ramo de rosas blancas y rosadas.

--¿Está ahí el mensajero?.--

--Si, dice que espera una respuesta a la nota que viene en el ramo.--

--Dígale que no tardaré.-- Viktor en cuanto se quedó a solas rápidamente buscó entre las flores la nota la cual estaba dentro de un pequeño sobre azul, esta decía lo siguiente:

"Mi querido Viktor:

Apenas han transcurrido dos días desde nuestro último encuentro y me parece como si hubiese pasado un siglo, he pensado en ir a casa de Madame Filippovna pero no tengo la suficiente confianza para hacerlo ya que a dicha dama apenas si la conozco y ella a mi. Por ello te pido aceptes mi invitación para ir a la ópera pasado mañana domingo, ahí tengo disponible un palco privado pues hay algo muy importante que debo decirte y no quiero demorar más en hacerlo. Espero tu respuesta con el mensajero.

Atentamente:
Yuuri Katsuki".

Viktor se dirigió a su recámara donde tomó papel y tinta para con mano firme comenzar a escribir su respuesta.

"Yuuri:

Yo he estado muy ocupado en este par de días ayudando a Madame Filippovna con un trabajo en su casa además de organizar los preparativos para la barbacoa en su casa de campo la cual se realizará justamente el domingo tal como te lo dije, razón por la que debo declinar tu invitación a la ópera ya que empeñé mi palabra y eso es sagrado para mi. Sin embargo yo también deseo hablar contigo a la brevedad posible por ello espero que en el transcurso de la semana nos veamos en un sitio privado, hay muchas cosas que deben ser aclaradas si es que vamos a persistir en esta relación.

Mi dulce omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora