Mi dulce omega

Cap 39- El inicio de un nuevo viaje.

Yuuri no podía estar más feliz, Viktor se acababa de marchar aunque aún podía sentir su delicioso aroma impregnado en las sábanas pero sobre todo en su cuerpo, así mismo el recuerdo del tacto de su delicada y tibia piel estaba plenamente vivo al igual que el eco de sus suaves gemidos junto a su oído, para el nipón aquella mañana era simplemente maravillosa, no obstante le preocupaba la reacción de los Feltsman cuando Viktor regresara a su hogar razón por la que quiso ir con él, sólo que el ruso creyó que era mejor preparar antes el terreno para evitar alguna confrontación entre Yuuri y Yakov. Precisamente por eso el nipón tomó la decisión de ir a la granja esa tarde pues tenía un asunto de lo más importante que tratar; esa tarde pensaba pedir oficialmente en matrimonio al omega. Por desgracia hay sucesos inesperados que pueden trastocar lo que tan cuidadosamente se ha planeado tal como Yuuri lo comprobaría en breve.

El japonés se envolvió con las sábanas hasta quedarse dormido, sin embargo al poco rato un insistente toque en la puerta lo despertó, por un momento incluso creyó que se trataba de Viktor que por algún motivo se había regresado a medio camino.--Si eres tú Viktor no es necesario que llames.--

--Disculpe señor Katsuki pero un caballero desea verlo con urgencia.-- contestó el ama de llaves desde el otro lado de la puerta.

--¿De quién se trata?--

--Es el joven Ustinov.--

--Ahora voy.--Yuuri se sentó al borde de la cama bastante adormilado.

--Por favor señor, debe venir pronto.-- insistió la mujer.

El japonés tomó una gruesa bata la cual ciñó cuidadosamente a su cuerpo sin ocuparse de poner nada debajo, la presencia de Nikolai Ustinov que era un empleado de confianza en su compañía de Moscú lo había preocupado sobremanera. Bajó las escaleras y recorrió un largo pasillo hasta llegar al salón donde recibía a las visitas.

--Buenos días señor Katsuki.-- lo saludó haciendo una reverencia un chico omega de 19 años, de cabello castaño y ojos verdes con graciosas pecas sobre su nariz.

--Buenos días Nikolai, ¿qué te ha traído tan temprano?-- Yuuri se sentó en su sillón frente al mensajero que permaneció de pie.

--El señor Altin me ha enviado, seré breve señor ya que el asunto es urgente.--

--¡Habla pues!-- ordenó el japonés que comenzó a preocuparse.

--Pues verá; el señor Altin acudió a la cita con los inversionistas alemanes tal como le fue encomendado, todo iba en orden pero desafortunadamente surgió una dificultad, en uno de los documentos falta una firma.--

--¡Eso no es verdad! ¡yo mismo revisé varias veces los contratos!--

--Lamento contradecirlo pero creo que usted está equivocado; falta su firma en una de las cláusulas.-- insistió el mensajero.

--¿Pero será eso posible?--dijo Yuuri pensativo.

--Por desgracia asi fue señor, ahora debe ir a Moscú para corregir ese documento.--

--Bien, saldré esta misma tarde.--

--En realidad es necesario que salga ahora mismo, hoy es lunes y son cuatro días de camino hasta Moscú, los inversionistas partirán el viernes en la mañana, si espera el tren de la tarde perderá casi doce horas las cuales son cruciales para llegar a tiempo.--

--Pero son las seis y el tren sale a las seis treinta, me es imposible llegar a la estación en media hora.--

--Por ello hice algunos arreglos, aparte de pedir prestado un caballo para venir hacia aquí le prometí una buena gratificación al maquinista para que retrase la partida media hora más con el pretexto de hacer una revisión, asi que dispone de casi una hora.--