Cap 26- El correr del rio.

75 18 36
                                    

El carruaje de Yuuri se detuvo frente a una elegante puerta donde un mayordomo de cara seria se inclinó ante el nipón.

--La señorita Popovich lo espera en su salón privado señor Katsuki.-- dijo el empleado.

--¿Mi tía no está en la casa?.--

--No señor, salió a la iglesia pero dijo que regresará justo antes del almuerzo.

Yuuri sin pérdida de tiempo subió por una ancha escalera hasta detenerse ante una puerta de madera blanca al fondo de un pasillo.-- Nadia, soy Yuuri, ¿puedo pasar?--

--Adelante.-- se escuchó una aguda y suave voz de mujer.

--Buen día.-- saludó el nipón con una sonrisa forzada mientras se adentraba a un salón decorado con fina tapicería color beige.

--Has llegado más tarde que de costumbre.-- dijo una chica de 20 años con brillantes ojos azules y bellas facciones orientales aunque ensombrecidas por una alarmante palidez.

--Me ocupé revisando unos contratos que necesitaré para mañana.-- se excusó el nipón.

--¿En serio?.-- Nadia Popovich lo vio con duda.

Yuuri estaba nervioso pero al instante pareció recuperar valor.--¿Y cómo estuvo tu retiro en el monasterio de Ostrov?.-- continuó a la vez que se sentaba sobre un cómodo sillón.

Nadia se dio la vuelta en el banquito que ocupaba frente a un piano para ver directo a su prometido.--Magnífico, las hermanas Clarisas son tan amables. Me enseñaron a hacer pan negro, mermeladas y pelmenis, la verdad las dos semanas que estuve allá pasaron demasiado rápido.--

--Me alegro que haya sido así, además te ves más saludable.--

--Eso mismo dijo mamá, parece que la vida de campo es lo que necesito. ¿Y tú que has hecho?.--

Yuuri dudó antes de responder.-- Lo mismo de siempre, me paso los días en la oficina revisando cuentas y contratos.--

Nadia guardó un breve silencio antes de continuar.-- Yuuri, sabes que durante mi estadía con las monjas aproveché para visitar otro médico, mamá siempre me hace ver al mismo pero yo quería una segunda opinión.--

--¿Y qué te ha dicho?.--

Nadia bajó la vista en tanto que discretos sollozos comenzaron a salir de su pecho.-- Lo que tanto temía, mi enfermedad es peor de lo que creí, tal parece que mi destino no será tener una larga vejez.-- en realidad Nadia Popovich desde niña padecía de una enfermedad crónica que poco a poco terminaba con su vida lo que la había convertido en una chica callada y meditabunda.

Yuuri se estremeció.-- Pero Nadia, aún es muy pronto para adelantar sucesos.--

--No Yuuri, algo me dice que mi vida se terminará pronto.-- contestó con resignación.

Yuuri estaba indeciso si continuar o no con su plan pero sabía que quizás ese era el mejor momento de llevarlo a cabo.-- Nadia...no sé si este sea el momento propicio para lo que voy a decirte.-- comenzó bastante inseguro.

--Es el más propicio créeme, además sospecho lo que vas a decirme.--

Yuuri hizo un silencio pues necesitaba buscar las palabras adecuadas.-- Antes debo pedirte disculpas, durante todo el tiempo que tenemos comprometidos he sido bastante cruel contigo traicionando tu confianza en más de una ocasión.--

--¿Hablas de tus visitas junto con Georgi a casa de la famosa Madame Noëlle?, si te refieres a eso déjame decirte que poco me importa.--

Yuuri enrojeció.--Eso lo sé muy bien, estamos comprometidos desde adolecentes pero tenemos vidas tan ajenas una de la otra, tanto asi que puedo decir que en realidad no te conozco.--

Mi dulce omegaWhere stories live. Discover now