02 • Overcoming

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— Hey, ¿Pero qué haces aquí a estas horas? — se sobresalta ante la ilustre presencia en su piso. — Buenas noches, Mila. — la latina se limitó a asentir, dedicando toda su atención a la investigación en su móvil. — ¿Va todo bien? — preguntó la bella policía negra, con una sonrisa perfectamente alineada a Camila, que estaba boca abajo en el sofá. — ¿Fuiste a resolver aquel "asunto"?

— Sí, me fui... — respondió a duras penas, suspirando derrotada.

— ¿Y qué pasó?

— ¡Hicimos el ridículo! ¡Eso fue lo que pasó! — Jane fue la primera en contestar, desde el dormitorio, completamente enfadada desde las nueve de la noche. — ¡28 años en la espalda y cero madurez en la cabeza!

— Fue horrible, Mani... — a su vez, entristecida, la latina trató de explicarse. — Me fui a buscar explicaciones, pero...

— ¿Buscar explicaciones? — intervino la mujer, apareciendo por fin en la sala, ya que se había encerrado en el dormitorio para no tener que mirarle la cara a Karla. — ¿LLAMAS A ESO DE "BUSCAR EXPLICACIONES"?

— Amor, pero ¿por qué gritas de esa manera? — Normani Kordei entrecerró las cejas y se masajeó las sienes. — Eso solo empeora mi dolor de cabez-

— ES PORQUE NO ENTIENDES POR LO QUE ELLA PASÓ POR CULPA DE AQUEL PEDAZO DE MIERDA. — Camila siguió desplazándose a través de su barra de notificaciones, omitiendo su molestia al escuchar las quejas. — ¡¡Y ELLA ESTÁ ACOSANDO A LA PUTA AMANTE DE SHAWN EN ESTE EXACTO MOMENTO SIN PRESTARME, OTRA VEZ, ATENCIÓN!!

— ¡Cálmate, cariño! ¡Que grites tampoco es la solución, caramba! — Mani dejó su bolsa en el colgador de la sala. — ¿Estás bien, Mila? — y se dirigió hacia la menor.

— Oh vamos, cariño. — en pijama, la mujer llevó ambas manos en la cintura, convencida de que tenía razón.

— Dinah, la niña se entera de que le están poniendo los cuernos en una relación de casi 8 años, ¿y tú le estás gritando? — Le hace un gesto con las manos a la otra para que entre en razón. — Ponte en su lugar al menos. Lo doloroso que debe de estar siendo, pobrecita. — Jane tragó en seco, rascándose la cabeza. — Tendremos muchos días para que hablemos de ese comportamiento, ¡pero ahora no es el momento de enfadarte con ella! — apenada, le miró una vez a Camila, la que finalmente levantó la cabeza, mostrando los ojos rojos y la nariz hinchada, sorbiendo la nariz de vez en cuando. Karla Camila no estaba en el móvil por estar, era para disimular y no tener que llorar delante de las dos. — Oh, Mila... ven aquí y dame un abrazo... — abrió los brazos que enseguida fueron llenados por un cuerpo agotado y necesitado. — Ven, cariño. — le llamó a Dinah, moviendo la cabeza para que caminara hacia el sofá. — Ven a pedirle perdón por haberle gritado...

— Pero amor-

— Shhh, ven aquí, amor de mi vida... — le tendió la mano a la mujer, llamándola con voz socarrona. — Así es. Quiero que mis dos chicas se reconcilien ahora. —Camila, como un oso, se mantuvo pegada al pecho izquierdo, mientras Dinah se acurrucaba en el derecho de la agente. A sus 30 años, era la mayor de las tres. — ¿Dónde están las disculpas, DJ?

— Siento haberte gritado e insultado en la calle, en el coche y aquí, Chan... — con la cara apoyada en su mujer, Dinah tuvo la posibilidad de mirarle a Camila a los ojos — Por favor... Solo quiero que dejes de llorar... ya no llores por él... nunca más. Nunca más. — Tal y como había hecho antes por la mañana, aquí estaba ella secando los ojos de Camila con la manga de su jersey. Por más que peleara con la latina, sentía un enorme afecto por ella. Sabía lo preciosa que era y siempre se ponía por delante de las situaciones que implicasen algo que pudiese hacerle daño. Dinah solo quería protegerla de las cosas malas. — No te mereces lo que estás pasando. — Con la punta de los dedos, acarició la mejilla de la cubana, que abrió una media sonrisa en respuesta.

La Amante de mi Esposo (ℭ𝔞𝔪𝔯𝔢𝔫) - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora