39 • (L) Solutions

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Camila Cabello P.O.V.

Nunca imaginé que una Navidad pudiera ser tan traumática como la que Lauren y yo estábamos pasando ahora mismo.

Después de todo, ¿Ya no era suficiente Stella, las acusaciones de acoso y el pleito con Ariana? ¿Teníamos que preocuparnos en evitar que se filtrara también la foto de la caja de bragas? ¿A cambio de qué? ¿Alejarme de Lauren? Oh, no... esto es demasiado para las dos.

— ¿Qué le vas a decir? — pregunté, molesta por el silencio que quedó en el coche después de que Lauren pronunciara el nombre de esa maldita mujer.

Olivia Rodrigo. Desde el primer día que la vi en la cafetería italiana con Lauren, no me había caído bien. Parecía una chica inocente, siendo que ocupaba un puesto muy importante, un puesto que requería un gran sentido de posición y una hiperactividad que ella no mostraba en el día a día.

— No lo sé. No estoy pudiendo pensar en este momento. — respondió Jauregui.

Los dos mensajes que Lauren recibió del número desconocido describían lo siguiente

"Tienes hasta el día antes del desfile para impedir que publique lo que acabará con tu vida.

DIMITE Y ALÉJATE DE CAMILA CABELLO O ESCÓNDETE PARA SIEMPRE".

— No creo que tenga que contestar ahora... — El rostro de Lauren estaba pálido, el color del miedo y la indecisión. Le temblaban las manos, claramente estaba incapacitada de conducir hasta el centro de Miami, donde nos esperaban las chicas. — ¿Tienes alguna idea de por dónde debería empezar? — Respiré hondo. Estaba muy estresada, de eso no me cabía duda, y no podía estallar de la forma en que ella acababa de estallar conmigo. — Baby, siento haberte gritado y acusado. Eso nunca me había pasado. Lo siento, amor.

— Hm, no me gustó nada tu comportamiento. — Lauren tenía tantas cosas en qué pensar, que no quería ser una preocupación extra para ella. Sin embargo, era necesario aclarar esto: — No me gusta que me griten.

— Lo siento, no quería hablarte de esa manera... No quería lastimarte ni ofenderte, te prometo que no volveré a hacerlo, Camz. — Lo dijo sinceramente y volví a entender su punto de vista. Ella nunca cambió su tono de voz hacia mí. Y hoy no fue intencional, estaba siendo triplemente coaccionada. La foto de la caja solo fue el detonante para que saliera su frustración. — Yo no soy así. Lo sient...

— Está bien. — Teníamos mejores cosas que hacer que discutir esto. Como creía en sus palabras de que no volvería a pasar, la perdoné sin mucho esfuerzo.

— ¿Estás segura? — Me sujetó de la mano derecha, sosteniendo nuestra mirada. Estaba preocupada. Sus ojos verdes brillaban en lágrimas y arrepentimiento.

— Estoy, amor.

— Todo lo que menos necesito ahora es perderte. — Asentí una vez más, sintiendo enseguida cómo mi corazón reaccionaba a estas palabras latiendo con más fuerza. — Contigo a mi lado, soy más fuerte. Así que si te hice daño, por favor, perdóname.

— No pasa nada, Lo. Te lo prometo. No te guardo rencor. Sé que no era tu intención. — Aprieto la mano que tenía sostenida para darle aún más confianza. — Ahora voy a pedirnos un Uber. — Solté su mano, apresurándome a agarrar el móvil. — Tenemos que ir corriendo a hablar con Allysson. ¿Tu amigo chofer trabaja hoy?

— Pero, ¿por qué le vas a llamar? — Su voz sonaba preocupada mientras agarraba el volante con ambas manos. — Puedo conducir hasta allí, amor.

— ¿Temblando de esa manera? — Empecé a sacudir la cabeza y las manos. — No, señora, nuestra seguridad en primer lugar. — Abrí la lista de contactos, desplazando la pantalla con el dedo índice. — Es Carlos, ¿verdad? ¿Su nombre?

La Amante de mi Esposo (ℭ𝔞𝔪𝔯𝔢𝔫) - TraducciónWhere stories live. Discover now