12 • The pression

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Cuando se menciona a Lauren de traje, esto es lo que se tienen que imaginar.

Cuando se menciona a Lauren de traje, esto es lo que se tienen que imaginar

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Camila Cabello P.O.V.

— ¡Buenos días, chicas! — Atrasada, saludé a Lucy, Becky y Keana mientras también me soltaba el pelo que estaba recogido en un moño completamente mal hecho, debido a la prisa que llevaba. — Siento llegar tarde, el autobús se averió a mitad de camino....

O quizás estoy un poco pasada de horario, cansada, porque anoche pasé demasiado tiempo en el coche de mi jefa y ahora me estoy inventando una excusa para ocultar la verdad. Pero así... Solo quizás.

— En mis tiempos, solían descontar la diaria, cuando las modelos llegaban más de una hora tarde... — Entonces Alexa entró en el estudio, como de costumbre, con un vaso de Starbucks en la mano, un cuaderno de anotaciones y una sonrisa arrogante.

— No le hagas caso, Mila. — enseguida me susurró Keana al oído. — Al parecer surgió un problema grave y Lauren la culpó de falta de supervisión y compromiso. Está descargando su ira con todo el mundo.

La socia secundaria de Jaguar's se había acercado a donde estábamos los dos. Al igual que su exmujer, no podía apartar los ojos de mí, aunque ahora sabía que, por su parte, se trataba específicamente de por qué lo hacía Lauren. Y para ser aún más honesto.... Era divertido verla así, más aún después de lo que le había hecho en el cuello a Lauren la noche anterior.

— Buenos días, Camila. — Enarcó una ceja, analizándome de arriba abajo. — ¿Eso bajo tus ojos son ojeras? — Las señaló como si nunca las hubiera visto. Sin filtros, afirmé que sí. — Perfecto. Tenemos ojeras y una modelo desarreglada. — Empezó a aplaudir, un gesto que indicaba que quería más agilidad de su equipo. — Ya vete al backstage, Camila. — Mirándome de nuevo con desdén, me hizo señas para que me dirigiera al lugar que había ordenado a los gritos. En ese momento, las cinco chicas que organizaban el estudio, entre ellas Becky y Lucy, se detuvieron a observar la escena con atención. — ¡Vamos! ¡Estás atrasada! ¡No te quedes ahí mirándome!

No, definitivamente yo no era de esas mujeres que bajaba la cabeza y acataba las órdenes de personas insolentes como Alexa. Pero era evidente que mi retribución estaba más que tatuada en la piel de la que una vez había sido su mujer, así que, creo haber hecho lo suficiente para compensar sus insultos de al menos esta semana. Por lo tanto, me limité a dejar mi bolso en el primer sillón que vi y, sin ninguna prisa e incluso aprovechando para tomarme un café, me dirigí a la sala que ella me había indicado.

Quince minutos después, Ariana llegó al lugar. Llevaba una carpeta en la mano, lo que daba la impresión de que estaba sobrecargada o muy ocupada con algo.

— Buenos días, Srta. Cabello. — Me extendió una hoja de papel, casi sin mirarme a los ojos por la prisa que llevaba. — Ese es el cronograma de hoy.

La Amante de mi Esposo (ℭ𝔞𝔪𝔯𝔢𝔫) - TraducciónWhere stories live. Discover now