31 • If there's love...

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Lauren Jauregui P.O.V.

— [...] Queda usted detenida. — dije mirándola a los ojos mientras la sangre me corría por las venas.

Qué maravillosa sensación era desenmascararla delante de todas las funcionarias.

— Antes de terminar nuestra reunión... — me dirigí al púlpito con calma, intentando transmitir seguridad y tranquilidad en lo que estaba haciendo. — Quiero que sepan que conocemos los nombres de todas las mujeres implicadas en Grande's Empire. Por favor, no sigan el ejemplo de la Srta. Lovato y la modelo Rosalía, intentando salir por la puerta trasera, ya que tenemos rodeado todo el edificio. — Señalé con la cabeza la puerta correspondiente, indicando a mis funcionarias el convoy de policías posicionados en la salida. — Por favor, preséntense a uno de los policías. Algunas de ustedes serán detenidas, infraganti. Para las demás que no lo están, sigan las instrucciones y busquen asesoramiento jurídico.

Al fondo, la policía, y ahora amiga, Srta. Kordei se acerca. Aunque ya habíamos hablado por la mañana, traté de saludarla nuevamente con una inclinación de cabeza.

La mujer vestía su uniforme azul marino. Llevaba el pelo suelto y natural, mientras lideraba con maestría el equipo encargado del abordaje a mi empresa. Qué honor poder contar con una profesional tan cualificada e inteligente como Normani.

— Sra. Grande. — se detuvo frente a Ariana. Sin sonrisas, con un tono de voz serio y bien colocado. Normani era excelente en lo que hacía por vocación, de eso no había duda. — Las muñecas, por favor. Estás siendo esposada y serás llevada en la patrulla hasta la comisaría. — Ariana, por su parte, no discutió. Le tendió las manos a Normani mientras mi sonrisa se ensanchaba en mis labios. Ella lo hizo mirándome, enfadada, quizá sorprendida. Cada segundo de aquella escena se me fue por la garganta con sabor a victoria. — Tienes derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que digas puede ser utilizada en tu contra en un juicio. — Normani mencionó el protocolo. — Puedes ponerte en contacto con tus familiares en cuanto llegues a la comisaría. — Ariana asintió. — Tienes derecho a que esté presente un abogado. ¿Necesitarás un profesional del Estado? — Ariana balanceó negativamente ante la pregunta. — Ariana Grande-Butera, queda usted detenida por violación de datos profesionales, violación de sigilo, competencia desleal, asociación criminosa y malversación de fondos. Será llevada al Departamento de Policía de Miami. ¿Alguna duda? — Aun en silencio, ella lo negó. — De acuerdo. La acompañaré hasta la patrulla. Le ruego que se tome su tiempo al salir.

— Un momento, agente Kordei. — pedí educadamente y con una sonrisa, tocando suavemente la mano de la policía.

— Adelante, Sra. Jauregui.

No estaba en mi carácter, lo sé, pero simplemente no pude evitar la mirada y la sonrisa altiva que aparecieron en mi rostro en cuanto me detuve frente a Ariana, bajo su atenta mirada

— Espero que estés contenta con el resultado de tus planes, Srta. Grande. — Me humedecí el labio inferior. — No puedo imaginar cuánto esfuerzo y tiempo has invertido para llegar hasta aquí y... fracasar. — Sus ojos marrones seguían clavados en los míos. En ningún momento, aparte de la aparición de Verónica Iglesias, demostró nerviosismo. — Lo tenías todo para ser una de las socias mayoritarias de esta agencia. Es una lástima que hayas elegido este camino. — Me acerqué dos pasos, seguido por la mirada de Normani y Verónica. — ¿Cuántos años llevamos trabajando juntas? — Le doy tiempo para que responda, pero Ariana permaneció en silencio. Me reí nasalmente de su comportamiento. O mejor dicho, de su abstención. Cobarde. — ¿Dos? ¿Cuatro? ¿Ocho años? — Rodeé el cuerpo de Ariana mientras hablaba y la miré de arriba abajo. — Ocho años, ¿no? "Poco tiempo", creo. — suspiré. — Pero el tiempo suficiente para aprender algunas lecciones inteligentes. — Parpadeé con un ojo, intentando descifrar su expresión inmutable. — Dime, ¿cuántas veces en ese periodo de ocho años me has visto salir derrotado de una situación? — Ariana nuevamente no me respondió. — Ninguna, Srta. Grande. Nunca he perdido NINGUNA, situación en la que me haya visto envuelta a lo largo de estos años. Y no sería ahora que esto iba a ocurrir. — Ariana no apartó nuestro contacto visual. Me gustara o no, su postura fija me molestaba, ya que no estaba consiguiendo intimidarla. — Búscate un buen abogado si no quieres pudrirte en una sucia celda. No te lo voy a poner fácil en el juicio.

La Amante de mi Esposo (ℭ𝔞𝔪𝔯𝔢𝔫) - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora