35 • (C) Leash

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Lauren Jauregui P.O.V.

23 de diciembre

Miami

Seis días y trece horas...

Seis días y trece horas es exactamente el tiempo que llevo sin tocar, sentir o besar a Camila.

Me siento como una completa adicta, adicta a alguna droga que no puede durar menos de tres días sobrio sin su sustancia. Ridículo. Patético. Débil.

Me miro al espejo más a menudo, y también me miro las manos vacías como si me faltara algo.

¡Y me faltaba!

¿Mis pensamientos? Últimamente, se remontan tanto a nuestras noches anteriores que apenas puedo concentrarme en mis compromisos actuales.

Por cierto, creo que ya no recuerdo su olor, su sabor ni la textura de sus labios presionándose contra los míos.

Y pensar que durante los últimos seis días en los pasillos de Jaguar's, ella y yo intercambiamos miradas, lo cual era bastante contradictorio, o sea, aunque la veía todo el tiempo, no podía tocarla ni hablar con ella, eso porque Camila se mantuvo, extrañamente, cerca de Alexa.

Y cuando estábamos cerca de Alexa, teníamos que hacer el papel de ex amantes. Camila lo sabía muy bien. No entiendo por qué lo hacía.

Todo era maravilloso por mensaje. Nuestros intercambios de afecto eran intensos y cálidos en los textos, pero era una lástima que no fuera suficiente...

Me gusta el contacto visual. Me gusta sentirla y tenerla a mi lado, y si Camila sigue posponiendo nuestros encuentros sigilosos más allá de esta noche, siento que me voy a volver loca.

Según ella, no hice nada malo.

Nerviosa, no dudé en preguntarle día tras día si no había hecho algo que no fuera de su agrado. Su respuesta era siempre la misma: "No, Lo. No es culpa tuya. Es solo que no podré ir hoy." Seis días de este maldito castigo, esta tortura de pasar algunas madrugadas frías sin mi mujer a mi lado, en la cama, acurrucada a mi cuerpo.

¡Dios! Justo cuando creo que puedo olvidar lo deprimente que era mi vida sin esa latina temperamental, llega Camila y me hace esto.

Ya no puedo vivir sin esta mujer. Eso no hay quien lo discuta, ni aunque quisiera.

Soy completamente dependiente de ella, desde sus toques hasta sus caricias o la forma en que me da los buenos días.

"¿Amor?" — 09h47 p.m.

"Sé que estás resolviendo las cosas con tu mamá, pero por favor ven pronto"

"Realmente te extraño..."

"Te quiero aquí conmigo"

Le envié otro mensaje a Camila. Ya estaba en la fiesta donde se celebraría mi trigésimo séptimo aniversario. Estaba en el baño escribiéndole a escondidas. Mi mujer, en cambio, aún no había llegado al salón, pero mis expectativas para con ella eran altas.

Treinta y siete años, de hecho...

Después de tanto tiempo, tantos años y días perdidos después de mi separación y la muerte de mi padre, por fin puedo decir que vuelvo a sentirme viva y feliz. Mi vida tiene sentido, donde me siento completa después de haber conquistado a Camila y haber avanzado el contrato con el Sr. Fonsi.

"Ya estoy aquí, cariño"

Todavía estaba pensando cuando mi móvil vibró y miré el mensaje de Camila. ¡Dios mío! Mi corazón nunca había latido tan fuerte en los últimos seis días como ahora. Había llegado. Sentí que me sudaban las manos, haciéndome tragar saliva. Debe de estar maravillosa. Sí, para tardar tanto y armar tanto suspense, Camila debería de estar impresionantemente hermosa, algo más allá de su increíble ser habitual.

La Amante de mi Esposo (ℭ𝔞𝔪𝔯𝔢𝔫) - TraducciónWhere stories live. Discover now