La Amante de mi Esposo (ℭ𝔞𝔪𝔯𝔢𝔫) - Traducción

07 • You're Welcome

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- ...¿Hay algún problema aquí? - Camila se hacía cada vez más pequeña en la sala. En el fondo, podía ver a Ariana, la misma chica que se le había acercado en el club, corriendo desesperadamente hacia ella.

- ¿La has autorizado a entrar, Lauren?

- Lovato la autorizó. - Respondió Michelle, mirando seriamente a Alexa. - ¿Hay algún problema con Alexa, Srta. Cabello? - la misma tragó saliva, bajando la cabeza. - ¿Estabas tomando café? - la mujer aún no tenía valor para responder a los roncos susurros. - Puedes quedarte a gusto. El desayuno también era para ti.

En realidad no. En realidad ese desayuno no era para Camila. Casualmente compartían los mismos gustos culinarios, pero el festín completo era de Lauren y Alexa, ya que solían desayunar juntas todos los días.

Verónica solo había enviado a Camila allí porque sabía que Lauren consentía a sus nuevas empleadas, y si eso significaba darles su desayuno, la magnate lo haría.

- Te estoy hablando, Camila. - esa maldita frase. - Contéstame q-

- ¡Dios mío...! - Ariana parecía cansada, respiraba con dificultad, como si llegara tarde. Su blusa social beige estaba manchada de café. - ¡Lo siento, Vero la envió aquí! - de repente, la más joven del equipo tomó espacio. - N-no sa-ssabía...

Camila respiró hondo sin dejar de ser observada por Lauren. Ariana le estaba hablando, pero sus ojos seguían fijos en la cubana. Parecía fascinada, dado que estaba observando cada pequeño detalle del cuerpo y el atuendo de Camila.

- Está bien, Srta. Grande. - dijo con voz arrastrada, con calma, provocando reacciones de preocupación, tanto en la asistente como en Alexa, su socia. - Como ella ya está aquí, yo misma haré la entrevista a partir de ahora. - Sus ojos verdes seguían clavados en el traje negro femenino, en lo que a su discreto escote se refería.

- ¿Por qué la entrevistaría la Srta. Grande? - A cada segundo que Alexa abría la boca, más Camila estaba segura de que no era ella quien había solicitado su presencia allí.

Y eso era preocupante.

- Quiero hablar con Ariana. - se pronunció Camila, interrumpiendo a Alexa y Lauren.

- ¿Hay algún problema con que te entreviste, Srta. Cabello? - preguntó con un tono sarcástico que solo Karla Camila sería capaz de entender.

Poco a poco descubrió que, en efecto, había una manera de no estresarse con la mujer de esmeraldas verdes en público: había otras personas importantes alrededor y que no podían enterarse de nada.

- ¿Eh? - sus gruesas cejas se arquearon, divirtiéndose ante la expresión de inquietud de la latina. - ¿Alguna razón en particular por la que no pueda hacerlo?

- No, señora. - tragó en seco. - Era solo una sugerencia. Me parece bien. - Tras escuchar el sustantivo "señora", demostrando respeto, Lauren esbozó una simple sonrisa de lado, sonriendo nasalmente mientras Camila volvía a bajar la cabeza.

Le picaba la lengua dentro de la boca y le hormigueaban las manos al tener que volver a mirar a Lauren Jauregui a los ojos.

No, definitivamente ella no estaba allí para una relación estrictamente profesional. Pensó.

Lauren llevaba unos pantalones campana social de color negro, combinados con una moderna blusa blanca de manga larga y un collar dorado sencillo y pequeño, que dejaba ver un poco de sus hombros y cuello. Llevaba un par de zapatos de tacón mediano con un acabado fino en la punta del mismo color que el pantalón, que apenas se veía gracias a sus esmeraldas verdes, su principal atractivo y que encantaba a todo el mundo. Jauregui nunca necesitó mucho para llamar la atención de la gente sobre su cuerpo. Así que no abusaba del maquillaje más allá de su pintalabios rojo sangre y el fuerte perfume que siempre salpicaba sin importar el ambiente en el que se encontrara.