La Amante de mi Esposo (ℭ𝔞𝔪𝔯𝔢𝔫) - Traducción

40 • Last Piece

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La aguja del reloj señalaba la medianoche del 27 de diciembre, mientras las dos esposas se amaban en la mullida cama.

— Más rápido, vamos... — suplicaba la mujer salvajemente con los ojos cerrados, la boca completamente apoyada en el cuello de su esposa mientras gemía sin pudor. — ¡Oh, sí! — Con la cabeza ahora caída hacia atrás, estaba por encima, sobre el regazo de la agente, apretándole los hombros y los brazos mientras era penetrada por dos dedos.

Lo hacían sin prisa, sin comprometerse con el tiempo.

— Dinah... — pronunció obscenamente el nombre de la mujer que le excitaba desde hace más de nueve años. — ¡Hm! — fue el turno de Normani, que puso los ojos en blanco y luego los cerró. — Así, amor.

Y fue justamente durante el mutuo clímax, media noche y uno, cuando el móvil de Normani empezó a sonar en medio de la euforia.

— Continúa. — Jane aseguró el agarre sobre los hombros de su esposa, limitándose con la mirada a ordenarla que continuara con el movimiento que Normani hacía con las manos. — ¡Maldición! — Se sintió frustrada cuando volvió a escuchar el timbre de su móvil y sintió que la agente aminoraba el ritmo, probablemente preocupada. — ¿Es tu móvil?

— Olvidé apagarlo. — El tono salió un poco apenada mientras pensaba que ya casi lo tenía, cuando una maldita llamada telefónica las interrumpió.

— Está bien. — No, no estaba nada bien. La interrumpieron al borde de un orgasmo. Dinah pensó, infeliz.

— Ve a ver quién es, amor. — sonrió entre suspiros, Dinah llevaba dándole trabajo desde las once de la noche. — Si no es nadie importante, apaga el móvil y regresa conmigo...

"Regresa conmigo".

Ah... No era necesario decir que la directora de RRHH se derritió enterita al escuchar tal frase, ¿verdad?

Al final, se levantó del regazo de Normani y caminó desnuda hasta el tocador para agarrar su móvil.

— Es la Fiscal Evans. — dijo tras mirar el nombre del contacto en la pantalla del móvil.

Los ojos de Normani se abrieron de par en par y se tapó rápidamente el busto con el edredón. Con un gesto, le pidió a su mujer que le entregara rápidamente el móvil. Y así lo hizo Dinah.

:. Buenas noches, Fiscal Evans. Kordei te saluda. — Su voz aún estaba ronca y un poco cansada por el sexo que estaba teniendo. Por suerte, la otra mujer no se dio cuenta.

:. Buenas noches, agente Kordei. Siento haberla despertado de su sueño. — La llamada estaba en altavoz, donde Dinah tuvo que contener la risa para no delatar lo que estaban haciendo en realidad antes de que las interrumpiera. — :. Acabamos de capturar a un tercer sospechoso que participó en el intento de asesinato de la Srta. Stella Adams, con la ayuda de uno de sus compañeros que ya ha sido detenido. — Normani miró rápidamente a Dinah, que ahora se rascaba las manos, volviendo a la cama donde estaba su mujer. — :. Este chico es mayor, y por lo que parece, no tenía experiencia en lo que hacía. Tenemos el nombre de la autora intelectual del crimen.

Normani, en completo silencio, sintió que su corazón latía con más fuerza mientras Jane la miraba angustiada, con el corazón también latiéndole con fuerza en la garganta.

:. Rosalía Vila Tobella.

— ¡Maldita! — Dinah dio un puñetazo al colchón.

Luego saltó de la cama y fue a buscar el primer pantalón y una camiseta de su armario para ponérselos. Tenía que contarle en persona a Camila y a Lauren lo que acababa de descubrir.