el barbero :DC

Capítulo Treinta y Cuatro

Capítulo Treinta y Cuatro

Jayden caminó tranquilamente por las calles de Gotham, respirando el aire de la tarde después de un día satisfactorio en su barbería.

El sonido de sus pasos se mezclaba con el suave murmullo de la ciudad, creando una atmósfera serena.

Mientras Jayden avanzaba por las calles poco iluminadas de Gotham, notó que un coche patrulla se acercaba por detrás.

Al principio no le prestó atención, asumiendo que era solo otra presencia policial de rutina. Pero a medida que el auto se acercaba, las luces intermitentes y las sirenas a todo volumen rompieron la tranquilidad de la noche.

El coche patrulla se detuvo con un chirrido, bloqueando el camino de Jayden.

Dos oficiales salieron del vehículo, sus expresiones severas arrojaron una sombra intimidante sobre Jayden.

La atmósfera cambió instantáneamente y el corazón de Jayden se aceleró con inquietud.

"¡Detente ahí mismo! ¡Levanta las manos!" Uno de los oficiales ladró, su voz goteando agresión.

Tenían sus armas apuntando a Jayden listos para actuar si intentaba algo gracioso. Uno de los oficiales ladró, señalando con el dedo a Jayden. "¿Cuál es tu negocio en este vecindario?"

Los ojos de Jayden se abrieron un poco, sorprendido por el tono acusatorio. No obstante, mantuvo la compostura y respondió con calma: "Estoy dando un paseo tranquilo desde mi barbería. ¿Hay algún problema, oficiales?".

El segundo oficial, un hombre corpulento con una expresión desdeñosa, se burló de Jayden. "Hemos recibido informes de un sospechoso que coincide con su descripción involucrado en una actividad delictiva. Usted encaja en el perfil".

Jayden levantó una ceja con incredulidad. "Les aseguro, oficiales, que no estoy involucrado en ninguna actividad delictiva. Soy dueño de un negocio legítimo y no tengo motivos para participar en tal comportamiento".

El copiloto, aparentemente disfrutando de la dinámica de poder, se acercó a Jayden. "Guárdalo, punk. Hemos estado vigilando a los de tu clase por aquí. Es hora de que alguien como tú aprenda una lección".

Jayden respiró hondo, sus instintos le decían que discutir solo empeoraría la situación.

Mantuvo una conducta tranquila, negándose a ser provocado. "Si tiene una razón legítima para detenerme, cooperaré. Sin embargo, conozco mis derechos y exijo saber las acusaciones exactas en mi contra".

El segundo oficial intercambió una mirada con su compañero antes de sonreír. "Lo descubrirás muy pronto, Punk. Veamos qué tan bien te comportas en la comisaría".

Con eso, los oficiales esposaron a la fuerza a Jayden, ignorando sus protestas de inocencia. Lo escoltaron hasta el coche de policía que esperaba, su manejo rudo una muestra innecesaria de autoridad.