el barbero :DC

Capítulo Sesenta y Nueve

Capítulo Sesenta y Nueve

(Lugar: SSS SANTANA)

En medio del sol dorado de la mañana, el SSS Santana estaba lleno de actividad, ofreciendo una variedad de experiencias para sus pasajeros.

En una de las cubiertas inferiores, estaba a punto de comenzar una clase de baile única conocida como "Clase de baile absurdo".

Mientras los participantes se reunían, notaron que una persona vestía un adorable disfraz de mascota de panda rojo.

Esta era Claudia, la querida mascota del barco, conocida por sus actuaciones animadas y entretenidas.

Sin embargo, la verdad detrás de la personalidad de Claudia seguía siendo un encantador secreto: de hecho, era una mujer joven que no podía hablar debido a un dispositivo modificador de voz que la hacía sonar como un panda rojo.

Un miembro del personal del crucero, Carla, actuó como la voz de Claudia, transmitiendo hábilmente sus instrucciones y entusiasmo.

"¡Hola a todos! ¡Bienvenidos a la Clase de Baile Absurdo!" La voz de Carla, imitando el tono juguetón de Claudia, resonó en la habitación. "¡Preparémonos para algunos movimientos de baile divertidos y únicos!"

Entre los ansiosos participantes se encontraban Jayden y Lola, quienes se habían apuntado a la clase con curiosidad.

Cuando comenzó el baile, Claudia demostró el primer movimiento, "El pulpo tambaleante", con entusiasmo exagerado.

Mientras Jayden intentaba imitar los pasos extravagantes, no pudo evitar notar la alegría contagiosa de Claudia mientras anteponía dicho movimiento de baile.

Él sonrió, disfrutando completamente de la clase de baile. No sabía que la mascota del panda rojo tenía el corazón acelerado cada vez que sonreía o reía.

Mientras tanto, Lola abrazó el absurdo con su celo característico, ejecutando los pasos de baile con estilo. Su energía y risa eran contagiosas, iluminando toda la habitación.

Con cada nuevo paso de baile presentado: "El tobogán del pingüino tonto", "El galope del unicornio giratorio" y muchos más, la atmósfera se llenó de risas y camaradería.

Los participantes se sumergieron por completo en la alegre experiencia, y cada paso los acercó más.

En medio de la risa y el baile, Claudia de vez en cuando miraba de reojo a Jayden, sus ojos de panda rojos transmitían una mezcla de admiración y timidez.

A medida que avanzaba la clase, Jayden y Lola se encontraron construyendo recuerdos encantadores con sus compañeros bailarines.

....

Finalmente, cuando la clase de baile llegó a su fin, Jayden y Lola se unieron a los demás participantes para expresar su gratitud a Claudia.