Capítulo cincuenta y siete

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Capítulo cincuenta y siete

(Ubicación - El juego del arquitecto)


Mientras Michael estaba parado en un gran casino, con el corazón apesadumbrado por la derrota, no pudo evitar reflexionar sobre las elecciones que lo habían llevado a este momento.


La pérdida de su compañero de juego Tony, junto con la comprensión de que el juego nunca había sido diseñado para que nadie ganara, pesaba mucho en su conciencia.


No podía negar las consecuencias de sus acciones pasadas, el juego imprudente, las noches llenas de alcohol y los crímenes que una vez pensó que eran necesarios para sobrevivir.


En ese momento, mientras las palabras del Arquitecto resonaban en sus oídos, Michael sintió una oleada de claridad.


Comprendió que esta era su retribución kármica, el precio que tenía que pagar por sus errores del pasado.


Pero mientras miraba las profundidades de la desesperación, una sensación de claridad brotó dentro de él.


Se hizo un voto silencioso a sí mismo de que si se le concedía otra oportunidad, elegiría un camino diferente, un camino de esperanza y superación personal...


Con un destello de reconocimiento parpadeando en sus ojos, Michael enderezó su postura y miró al Arquitecto, su voz firme mientras hablaba.


"Puede que lo haya perdido todo, pero estoy agradecido contigo, arquitecto, por todo lo que me has hecho pasar, finalmente estoy listo para aceptar mi destino... por una vez en mi vida.


El Arquitecto lo miró con una mezcla de desdén y repugnancia, pero estaba intrigado por el repentino cambio de personalidad de Michael. Había esperado resignación, pero en cambio, fue testigo de un destello de resistencia en las profundidades de los ojos del jugador.


"¿Qué te hace pensar que la redención es posible para un desperdicio triste y patético como tú?" inquirió el Arquitecto, su voz mezclada con escepticismo.


Michael respiró hondo, hizo acopio de fuerza en su interior y respondió: "Porque me niego a dejar que mi pasado me defina ahora. Reconozco los errores que he cometido, pero también creo en el poder del cambio personal. Este juego puede haber terminado para mí, pero no fue el final de mi viaje".


'Gracias, Tony... asegúrate de guardarme un asiento en el infierno si existe tal cosa'.


"Como desees," concedió el Arquitecto, su tono teñido con un toque de intención asesina y locura.


Mientras el Arquitecto se preparaba para asestar el golpe final a Michael, la atmósfera cambió con el derrumbe repentino de la barrera mágica que rodeaba el almacén abandonado.


Una ráfaga de viento sopló a través de los restos destrozados, y desde el cielo oscurecido, una figura familiar descendió con gracia con los brazos extendidos. Era Batman, el cruzado con capa, que llegaba justo a tiempo para intervenir.

el barbero :DCWhere stories live. Discover now