el barbero :DC

Capítulo cuarenta y siete

Capítulo cuarenta y siete

(Ciudad Gótica - Grant Wood)

Había pasado una semana desde que Jayden recibió el mensaje de texto de Lola sobre la gran inauguración de su bar.

La anticipación había estado creciendo dentro de él, y ahora el día finalmente había llegado. Jayden estaba en su apartamento, repasando los preparativos finales antes de dirigirse a Midtown, donde se encontraba el bar de Lola.

Ya eran las 8 de la noche y la gran inauguración estaba programada para las 5 en punto.

Jayden sabía que Lola estaría ocupada durante las horas iniciales, por lo que decidió irse un poco más tarde para darle algo de tiempo para que se acomodara y manejara el ajetreo inicial. Quería mostrar su apoyo sin aumentar su ya agitada agenda.

Mientras se miraba en el espejo, Jayden no pudo evitar sentirse un poco fuera de su elemento.

Estaba vestido con un traje hecho a la medida, algo que no estaba acostumbrado a usar regularmente.

El traje era un símbolo de la importancia de la ocasión, un evento especial que requería un atuendo más formal.

Se ajustó la corbata, asegurándose de que estuviera perfectamente alineada.

En busca de tranquilidad, Jayden se volvió hacia su compañera felina, Raven, que estaba sentada cerca con un lindo lazo rosa.

Él rió suavemente mientras la miraba, encontrando consuelo en su presencia. "Bueno, Raven, ¿me veo presentable?" preguntó juguetonamente como si esperara una respuesta. Raven simplemente parpadeó y ronroneó, su silenciosa aprobación.

Satisfecho, Jayden bajó las escaleras y llamó a un taxi.

Hoy, decidió renunciar a su automóvil o motocicleta habitual y optar por la comodidad de un taxi.

Quería llegar al bar de Lola sintiéndose relajado y concentrado, sin la molestia de estacionar o navegar entre el tráfico.

Mientras el taxi se alejaba de su apartamento, Jayden miró por la ventana, contemplando las vistas de la ciudad.

Las calles bulliciosas, las luces vibrantes y la energía de la noche lo llenaron de una sensación de anticipación. No pudo evitar sentir una oleada de orgullo por Lola y su viaje como empresaria.

Durante el viaje, la mente de Jayden divagó por los momentos que había compartido con Lola, tanto en su vida personal como profesional.

Admiraba su determinación y pasión por crear un espacio donde la gente pudiera reunirse y disfrutar de excelentes tragos y compañía.

Al llegar a Midtown, Jayden pagó el taxi y salió a la acera.