Capítulo cuarenta y tres

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Capítulo cuarenta y tres

( Gotham City)


Jayden entró en la vibrante tienda de artesanías, lleno de entusiasmo.


Examinó los pasillos llenos de una deslumbrante variedad de pinturas, lienzos y pinceles.


Con una mirada pensativa, seleccionó cuidadosamente una variedad de colores, tanto atrevidos como sutiles, junto con diferentes tamaños de pincel.


Con su bolsa de materiales de arte, Jayden regresó a su edificio y subió las escaleras a su sala de estar sobre la bulliciosa barbería.


Entró en la habitación que había designado como su estudio de arte, un espacio acogedor con grandes ventanales que dejaban entrar mucha luz natural. Mientras desempacaba las pinturas y los pinceles, una sensación de anticipación llenó el aire.


Jayden despejó un espacio en la sólida mesa de madera y colocó su caballete en el ángulo perfecto.


Colocó los lienzos, listo para transformarlos en sus obras maestras.


Respirando hondo, Jayden mojó su pincel en un vibrante tono azul y lo pasó suavemente por el lienzo.


Dejó que su imaginación lo guiara, dejando que los trazos de color tomaran forma. El pincel bailó sobre el lienzo, dando vida a sus pensamientos y emociones de una manera hermosa y única.


Mientras Jayden pintaba, el mundo exterior se desvanecía y encontró consuelo en el suave movimiento del pincel y los tonos vibrantes que se mezclaban.


Cada trazo se convirtió en un momento de expresión, capturando sus pensamientos y sentimientos más íntimos.


A veces, se detenía a observar su trabajo, contemplando la dirección que quería tomar.


Otras veces, se entregaba a la espontaneidad del proceso, dejando que sus instintos lo guiaran. Fue una experiencia liberadora, libre de reglas o expectativas.


Con un movimiento de su muñeca, se imaginó a sí mismo como el Bob Ross de los peluqueros, excepto que en lugar de pintar paisajes, estaría creando sus propias creaciones caprichosas.


Respirando hondo, Jayden sumergió su pincel en un vibrante tono azul, canalizando su Bob Ross interior. "Ahora, agreguemos una pequeña nube feliz aquí", se rió entre dientes, agregando trazos esponjosos al lienzo. Disfrutó de la alegría de crear, imaginando a Bob Ross mirando por encima de su hombro, asintiendo con aprobación.


Mientras Jayden pintaba, no pudo resistirse a hacer comentarios juguetones. "Agregaremos una pequeña ardilla feliz en este rincón", bromeó, agregando cuidadosamente una pequeña ardilla en medio del follaje.


A veces, Jayden se detenía para observar su trabajo, fingiendo escuchar la voz tranquilizadora de Bob Ross en su cabeza. "No hay errores, solo accidentes felices", decía, aceptando cualquier pincelada no planificada con un encogimiento de hombros alegre. Después de todo, el arte se trata de abrazar lo inesperado.

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