Capítulo 30

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CAPÍTULO 30

Jaque a la reina.

Un termino significativo y revolucionario cuando se enuncia.

Un termino que implica el comienzo de una guerra indeseable por lo peligrosa que es.

Adiele se está tambaleando en su propio pedestal porque lo he empujado con fuerza. Y no porque deseaba liderar a todas las mujeres del palacio consagrándome como la más estratégica. Si no, porque me había hecho enojar deseándome la muerte y la de mis padres.

Nathan fue ese jaque que estaba haciéndola tambalear y me sentí horrible por utilizarlo, pero era la única arma que poseía en mis manos y no dudé en dispararle.

Adiele se sentó en la butaca más alta junto con su grupo de amigas que parecían alteradas. Ella parecía serena como si nada hubiera pasado, con la vista al frente, observando los caballos correr. En ningún momento nos miró a Darya y a mí.

—Así que te acostaste con mi hermano Nathan—intentó asimilar Darya.

Me reí.

—Claro que no—le respondí y ella me miró con el ceño fruncido y a la vez aliviada—. Nathan estuvo con fiebre y llamó a Dan, pero él no contestó porque estaba dormido profundamente. Atendí la llamada y me pidió si podía ir a controlarle la fiebre. Nada más.

—Aplicó el jueguito de la fiebre contigo, que novedad—pone los ojos en blanco.

—Sí, Dan ya me ha dicho que es una estrategia suya para utilizar con quien quiera.

—Y utilizaste el juego de Nathan para darle una bofetada a Adiele y colocarla en su sitio—pensó en voz alta—. Creo que ya empiezas a entender todo esto, Evangeline. Le hiciste un jaque a la reina; te metiste con lo único que mantenía a raya a todas las chicas.

—¿Por qué lo dices?

—Adíele es la follada fija de Nathan y todas sabemos eso. Desde que ambos están juntos solo para acostarse, Nathan no volvió a aplicar la estrategia de la fiebre con nadie desde hace como dos años—me explica—. Y ahora que lo ha hecho contigo, la posición de Adiele con Nathan ya no están fija. Adíele tenia poder porque había logrado meterse de cierta manera en nuestro circulo.

—¿Y qué tengo de especial que tus hermanos y tú me hayan adoptado como una amiga más? —finalmente le pregunto.

Darya sonríe como si le hubiera dicho algo dulce.

—No estás contaminada por el poder y el dinero como todos aquí. Y se nota desde kilómetros lo buena persona que eres, Evangeline.

Me sentí aliviada por las palabras de Darya. A pesar de estar inmersa en un mundo de intrigas y rivalidades, me reconfortaba saber que había encontrado una verdadera amiga en medio de todo esto.

Mientras contemplaba a Adiele en su trono improvisado, me percaté de que aún no había reaccionado a su jugada. Aquello la desconcertaba.

¿Cómo podía mantener la calma y aparentar indiferencia después de haber sido desafiada de esa manera?

Tenia que estar preparada para la golpiza de mi vida.

—¡¡Ya van a empezar!! —gritó Darya de golpe, aferrando su mano a mi brazo por varios segundos.

Vemos como Dan y Nathan empiezan a prepararse para la carrera de caballos.

Los tambores retumbaban, anunciando el comienzo de la competencia. Los caballos relinchaban impacientes, listos para desatar toda su velocidad en aquel desafío. Las miradas de todos se posaron en la pista, esperando ansiosos el momento en que la bandera se agitara y liberara a las bestias veloces.

En las sabanas de un TelescoМесто, где живут истории. Откройте их для себя