Capítulo 21

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CAPÍTULO 21.

EVANGELINE BROWN.

Una boda y un bebé en camino. Lo que menos me esperaba era que todo esto sucediera, por lo que sabía que tenía que tomarme las cosas con calma si quería que todo saliera bien.

No tenía que preocuparme por nada en absoluto. Las invitaciones estaban en camino, las mesas reservadas para la celebración después de la ceremonia en la iglesia, ya había decidido quién se ocuparía de lanzar los pétalos una vez que caminara por el altar, e incluso la luna de miel en París estaba planeada hasta el más mínimo detalle.

A pesar de toda esta meticulosa planificación, no podía evitar sentirme abrumada por la falsedad de todo esto. No estaba disfrutando en absoluto de la preparación de mi boda, solo quería que terminara esta farsa para enfrentar la verdad que se escondía en el núcleo central de la familia Telesco: el padre de Nathan, Dan, y su hermana Darya.

Había descubierto gracias a una persona que había contratado que este hombre no solo se ocupaba de la organización de eventos en los prostíbulos nocturnos, sino que también planeaba el secuestro de jovencitas para satisfacer los deseos libidinosos de hombres y mujeres repugnantes.

No me permití investigar más de lo necesario para no levantar sospechas. Después de todo, estaba sola en esto.

—Quiero ese vestido —le señalé a la modista mientras me encontraba en uno de los negocios más prestigiosos del pueblo, explorando la selección de vestidos de novia.

La modista me sonrió, complacida, al señalarme un modelo francés que me encantó; con un escote corazón que se ajustaba gracias al mecanismo de corset que tenía, y una falda princesa con mil capas.

Era un vestido precioso para una situación surreal en mi vida.

La modista me hizo que me probara el vestido y, al verme frente al espejo con él puesto, sentí un nudo en la garganta. No eran lágrimas de emoción, demonios, no. Era una sensación abrumadora de que este evento, que debería ser especial y significativo, se había transformado en una farsa grotesca.

El vestido era hermoso, no había duda al respecto. Se ajustaba a la perfección y realzaba mis curvas de manera elegante. Pero mientras me miraba en el espejo, no podía evitar sentirme como una actriz en un escenario, interpretando un papel que no era el mío.

¿Cómo podía disfrutar de este momento cuando todo a mi alrededor era una mentira? La boda, el vestido, incluso mi compromiso con Nathan... todo era una fachada para ocultar la verdad oscura que se escondía detrás de las paredes de la familia Telesco.

Me forcé a sonreír cuando la modista me preguntó si me gustaba el vestido. Asentí con la cabeza y le agradecí, tratando de ocultar la tormenta de emociones que se agitaba dentro de mí. Pero en el fondo, sabía que este vestido, por más hermoso que fuera, nunca podría compensar la sensación de vacío y desolación que me embargaba en ese momento.

Cuando salí del edificio después de pasar mi tarjeta black como forma de pago, me sentía desconectada de todo lo que ocurría a mi alrededor. Los flashes de los fotógrafos me cegaban mientras salía del negocio, y me esforcé por mantener una compostura tranquila y agradecida ante sus cámaras.

Para perpetuar aún más esta mentira, les sonreí, expresando mi gratitud por cubrir lo que parecía ser el evento del año: mi boda con un Telesco.

—De hecho, estamos sorprendidos de que haya tomado a un Telesco como esposo, considerando la fortuna que posee, señorita Brown —me dijo un periodista, con cierto entusiasmo—. ¿Podría darnos detalles sobre el vestido que ha seleccionado para el gran evento?

En las sabanas de un TelescoWhere stories live. Discover now