Capri Persson ⸻ F1

08 // you came

▶『 Faenza, Italia 』

Abril, 2023   

―¿Estás espiándome?―cuestione viéndola cerrar la puerta de su auto.

―Claro que no. Mick me lo dijo.

―¿Porque?―continué preguntando. Tenía muchísimas preguntas, pero debía medir mi intensidad porque no estaba segura que Jean acepte todas.

―Porque soy tu asistente. Él en serio quiere que vayas―confesó y suspire.

―Le dijiste la verdad ¿No?―temí y Jean asintió en silencio.

―Es hora de que dejes de invernar cada vez que acaban las carreras―sonrió con los labios apretados haciendo una mueca sabiendo lo difícil que era eso para mi.

―No puedo bajar los brazos ahora, Jean. Me prometí ganar este campeonato y no voy a parar hasta hacerlo.

―Parte de ganar tambien es divertirse―dijo casi en chiste, aunque ella deseara que fuera verdad.

―Claro―asentí. ―Pero no fue así para mi ni siquiera en go karts. Tomaría tu consejo si me dedicara a otra cosa, pero corro, Jean. Y soy mujer en una pista llena de hombres. Existe la academia, pero curiosamente los mejores corredores del mundo son hombres... Ganar no es divertirse aquí. Ganar es demostrarle al mundo su propia critica de frente―explique. Estaba enferma por ese campeonato, pero es que si llegaba a ganarlo, si Capri Persson llegaba a ganar el campeonato de fórmula uno 2023... No sería simplemente la primer mujer en correr en fórmula uno. Sería la mejor piloto de la temporada, y si seguía así... podría hasta considerarme a la par de las leyendas. Parecía una locura, pero podría no serlo si seguía esforzándome como lo estaba haciendo.

―¿Porque estas tan negada a ir?―pregunta colocándose las manos en los bolsillos delanteros de su jean y apoyándose sobre su auto.

―Porque si pierdo, si bajo de los primeros tres podios para las siguientes carreras y no llegó a ganar este año... hay algo aquí―señalé mi cabeza―, que jamás me lo permitiría. 

―Hable con una psicóloga, Capri―anuncio de la nada y me tense. ―Es necesario después de todo lo que pasó. Creí que estabas bien y quise creerte porque al parecer tu tambien lo creías... Incluso le hiciste creer a Franz que así era, pero... ―suspiro. ―Tuviste un maldito ataque de pánico sobre el monoplaza ¿Cuanto más quieres esperar para que te paralices frente al volante y causar un gran accidente?―consultó. ―No pones solo tu vida en riesgo, Capri. Hay otros 19 pilotos en esa pista y si no lo notas por tu cuenta, entonces tendré que hacer lo necesario para que lo veas―colocó sus manos en su cintura con una posición firme frente a mi. ―¿No quieres ir a esquiar a Chamonix? Bien. Pero no ganarás nada si sigues encerrada aqui carrera tras carrera.