24 // do you want it?

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▶『 Faenza, Italia 

Junio, 2023   


Barcelona fue un desastre, aunque haya obtenido el tercer podio en la carrera. Evite al equipo a toda costa, evite hablar con Jean y no quería enfrentar a Franz con lo que sea que tenga para decirme. Había tenido malos fines de semana sacando Abu Dhabi, pero Barcelona fue detestable mientras lo vivía. 

El sábado antes de la qualy, Jean me informo con una mirada extraña y el ceño fruncido que Max me buscaba. No estaba lista para contarle a mi asesora lo que había pasado en Mónaco o los encontronazos del viernes. No era algo de lo que me apetecía hablar ese fin de semana. No le conteste nada y simplemente evite quedarme en el hotel al salir de las carreras. Salía a correr por casi todo Barcelona evitando cualquier contacto con quien sea. Todo Red Bull y AlphaTauri se quedaban en el mismo edificio, así que ni siquiera el gimnasio era una opción. No quería cruzarme con nadie, al menos hasta terminar con ese fin de semana. 

El tercer puesto no estuvo tan mal. Sume puntos manteniendome sobre Verstappen y Hamilton en el campeonato y le di a Max y a Red Bull lo que querían, un 1-2 en el podio con Checo en el segundo lugar. Simplemente levante mi trofeo rocié dos gotas de champán y me largue de allí lo antes posible. Quería desaparecer, quería arrancar Barcelona de mi memoria aunque me parecia una de las grandes carreras, no podía creer que me la hayan arruinado de esa forma. Cuando John me comunico como íbamos con el puntaje sentí como si un peso enorme se depositara en mi.

―Vas dos puntos sobre Max―notificó y fue como un golpe directo al pecho. No quería que la temporada pasada se repitiera, así que debía concentrarme en sacar ventaja. Debía sobrepasar a Max en puntaje en Canadá o terminaría debajo de él y volveríamos a repetir la misma temporada.

Volví a Faenza lo antes posible, se suponía que el avión saldría el lunes al mediodía, pero conseguí cambiar el vuelo para ese mismo domingo. Simplemente desaparecí, al final del día eso era lo que todos querían. Tenía dos semanas hasta la siguiente carrera, así que cuando llegue les mande un mensaje a Jean y a mi madre: "Apagaré mi teléfono. Cualquier cosa sabes donde encontrarme o a donde llamar". Ambas tenian el número del teléfono fijo de mi casa, uno de esos antiguos de los sesenta que me gustaba tener como si fuera una reliquia de diseño. 

El sábado, después de casi una semana completa entrenando, corriendo por Faenza y visitando el simulador de las oficinas de la escudería, el telefono de linea de mi casa sonó. 

―¿Hola?―atendí.

―Dios, por un momento pensé que te había pasado algo―respiro Mick con alivio del otro lado de la línea. Algo en su voz me generó tranquilidad en tanta inquietud y sonreí al escucharlo. ―¿Acaso debería llamar al gobierno para contactarte? 

Capri Persson ⸻ F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora