28 // i'm sorry

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▶『 Montreal, Canadá 

Junio, 2023   


¿Estaba Max realmente listo para correr todos los riesgos que creía que corría? ¿Estaba realmente seguro de lo que hacía cuando nos cruzábamos por el paddock y me guiñaba el ojo como si minutos antes no haya pasado por su habitación a saludarlo y termináramos desvistiéndonos sin pudor antes de la clasificaciones? ¿Estaba seguro de lo que comenzaba a sentir? 

Podía verlo en sus ojos. Después de Portofino Max me llamó un par de veces preguntándome como estaba, que hacia, cosas comunes. Cuando llegamos a Montreal le avise que estaría un tanto ocupada con Persson cuando en realidad entrenaba con Sarah y veía las noticias. El rumor sobre la queja desde el sindicato de pilotos a la FIA acerca de "tratos especiales" conmigo ya había salido por todas partes, y aunque no se sabía mucho, el asunto me tenía bastante inquieta.

Tenía la cabeza por todas partes, fragmentada como un jarrón roto en el suelo. Había tantos pedazos pequeños que no sabía por dónde comenzar a recogerlos. Pensaba en Max y en lo placentero que era pasar tiempo juntos. No era solo sexo y charla, era algo más que me generaba estar a su lado. Su voz en mi cabeza se relacionaba con algo que nunca creí relacionar, con una tranquilidad profunda que jamás pensé que me otorgaría aquel que el invierno pasado me mantuvo en una fina línea entre quedarme en mi cama por siempre o salir a romperle el trasero. Luego no podía dejar de pensar en lo que Pierre me había dicho aquella noche en la costa italiana. Me impresionaba pensarlo por las noches porque yo lo recordaba de una manera muy diferente. Y lo que aún me dolía era que se arrepentía por completo de ser mi compañero, cuando llegue a tomarle cariño pensando que quizás podría ser a quien le confié algo tan importante como la verdadera identidad de Capri Persson antes de que se vaya. 

Y para colmo se le sumaba aquello que sucedía dentro y alrededor de la pista. Se dice que los pilotos planean presentar el reclamo antes del receso de verano para que la FIA pueda pensar en algo durante ese tiempo y no luego con el curso del campeonato. Todo era una trampa, una verdadera y visible trampa. Querían presionar para ver hasta donde podía aguantar, cuanto podía soportar. Y yo continuaba, resistía pensando en cuán importante era este campeonato para mi. Con esa promesa que me hice a mi misma terminada la carrera de Abu Dhabi el año anterior. 

Estando con Max en su habitación, el sábado por la noche, mi madre llamó.

Cuando mire su nombre en la pantalla fruncí el ceño. No solía hablar con mi madre seguido, de hecho, casi nunca.

―Dame un momento―le dije a Max sin mirarlo directamente y me aparté de él sentándome en el suelo para dejar mi teléfono frente a mi apoyándolo sobre una de las paredes del cuarto de hotel. 

Capri Persson ⸻ F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora