66 // you're insane

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▶『 Las Vegas, EEUU 』

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▶『 Las Vegas, EEUU 

Noviembre, 2023   


―Carajo―maldije cerrando los ojos con fuerza haciendo presión en la muñeca como si eso fuera a calmar el dolor. Ya ni siquiera el hielo estaba haciendo efecto. Si había algo peor en el fin de semana que el circo de apertura que nos hicieron hacer al inicio, era esto.

―Deja la muñeca con el hielo―me ordeno Daniel caminando de un lado al otro en el pasillo de la sala de espera aun con su vestimenta deportiva, los dos llevábamos vestimenta deportiva, aunque la mía sea mayormente del equipo. 

―¿Donde mierdas esta el medico?―farfulle cambiando mi mano por el hielo colocándolo sobre la muñeca como me había ordenado.

―¡¿Que carajos?!―la escuché exclamar haciendo eco en el pasillo con un paso firme delatando todo su enojo.

―Fue mi culpa, Jean...―intentó oponerse Danny sin exito alguno.

―Tiene veinticuatro años, Daniel ¿Que estabas haciendo?―cuestionó parándose frente a mi en la fila de asientos vacía y observándome con el ceño fruncido y las manos en su cintura como jarra.

―Mirame bien―suspire con ironía. ―¿Me veo como si acabáramos de tener sexo o salir de un casino? ¿O me veo como si me hubiera caído jugando tenis?―pregunte con sarcasmo sacándole una sonrisa a Danny que intentaba esconder para no empeorar el humor de Jean. ―Estábamos jugando un partido amistoso y me tropecé, solo eso.

―¿Solo eso, Capri?―cuestiono entredientes. ―Esta noche es la clasificación ¡¿Solo eso?!

Con dramatismo exagerado, Jean posó una mano sobre su frente con indignación tomando asiento junto a mi antes de taparse el rostro con las manos frustrada.

Por fuera parecia que me hacia gracia y que solo le restaba importancia, por dentro solo rogaba que no fuera tan grave y me encontraba tan preocupada como Jean, quizás más.

Me había tropezado jugando tenis con Daniel esa mañana, era un simple amistoso donde apostamos el almuerzo como solíamos hacerlo al jugar. Pero me tropecé hacia atrás intentando perseguir la pequeña pelota y caí con ambas manos sosteniendo todo el peso de mi cuerpo. Si bien las dos muñecas me dolían, solo la del accidente que no había sanado del todo me generaba escalofríos hasta el hombro. Reconocía mi error, debi dejarle el punto a Daniel en vez de seguir a la pelota para impedírselo e una manera muy competitiva, pero en un intento de calmarme supongo que esas cosas suelen pasar como accidentes comunes.

Solo rogaba que fuera un simple accidente común como cualquier otro. 

Mañana Red Bull sacaría la noticia y me pedirían que tomemos unas fotos como si hubiera firmado esa misma tarde, todo un espectáculo, y si me había ido mal en la clasificación, entonces eso daria muchisimo de que hablar para la conferencia de prensa después de la carrera.

Capri Persson ⸻ F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora