62 // nobody would understand

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▶『 Faenza, Italia 』

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▶『 Faenza, Italia

Noviembre, 2023    

Max volvió a Mónaco la siguiente mañana ya que quería prepararse para Brasil. No es sorpresa de nadie que Lewis siempre intenta lucirse allí y Max aún quiere mantener su posición sobre mí como si tuviera chances de quitársela.

―¿Tu que dices, Stewart? ¿Podre vencer a Persson este fin de semana como vengo haciéndolo?―le pregunto al perro despidiéndose de él entre caricias y juegos y yo tomé aire profundamente sintiendo mi pecho temblar.

―¿Max?―llame desde el umbral de la cocina en un tono desconfiado y dudoso y él se giró a verme aun conteniendo la sonrisa que las caricias de Stewart le habían sacado.

"Ya lo venciste" tuve el impulso de decir. "Ya me venciste. Se acabó ¿Ahora eres feliz? ¿Ahora son todos felices?"

Lo deje todo para demostrar que podía hacerle frente a él, pero no podía. Él siempre sería un ganador y yo simplemente lo había intentado. 

―No creo ir a Brasil el próximo fin de semana―solté en un intento de que él comprendiera la verdad por arte de magia sin que tuviera que ser yo quien se lo dijera.

―¿Que?―frunció el ceño levantándose del suelo.

―No iré a Brasil.

―¿Porque? ¿Ya renunciaste?―preguntó acercándose a mí posando sus manos sobre mis brazos y el que no comprendiera lo que esperaba que adivinase hacia la situación más difícil. Cada vez me empujaba más a tener que decírselo explícitamente.

¿Que si había renunciado? Claro que renuncie. Le deje todo servido en una bandeja de plata, yo misma le entregue el campeonato por el cual tanto había luchado. Su campeonato... Siempre había sido su campeonato, este era su año, su historia. Yo simplemente era aquella fuerza externa que intentaba alejarlo de sus objetivos. Yo era quien lo dejaba enamorarse cayendo en mis brazos reteniendo la verdad que sabía que terminaría lastimandolo como nunca antes nada lo había lastimado. Yo era la villana y él era un héroe que salía victorioso.

―Es complicado―trague nerviosa y Max asintió rápidamente expresando que lo entendía. No dudo en acortar la distancia al ver la expresión en mi rostro estrechándome entre sus brazos y apoyando su mentón sobre mi cabeza mientras acariciaba mi espalda sobre la tela de mi pijama.

―Ni que lo digas. Nunca imagine como sería dejar Red Bull, supongo que en parte se parece a lo que estás pasando, aunque digas lo contrario. No creo competir en otro equipo jamás que no fuera el mío, entiendo si es un momento difícil y no quieres ir. No quiero ni imaginar como se lo tomó Capri―comprendió y escondí mi rostro en su pecho. Notando el gesto, Max pasó una de sus manos por mi cabello. 

En ese sentido éramos muy parecidos. Ambos habíamos nacido y crecido en nuestros respectivos equipos. Pero a diferencia de mí, él había llevado dos campeonatos seguidos a casa. Y yo me había rendido. 

Capri Persson ⸻ F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora