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🏎 𝙛1 𝙭 𝙘𝙖𝙥𝙧𝙞𝙥𝙚𝙧𝙨𝙨𝙤𝙣
✨ 𝙚𝙣𝙚𝙢𝙞𝙚𝙨 𝙩𝙤 𝙡𝙤𝙫𝙚𝙧𝙨
¿Y si el mejor piloto de los últimos años en realidad no es "el"? ¿Y si el mejor piloto en realidad esconde algo más? ¿Seguirí...
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▶『 Faenza, Italia 』
Junio, 2023
Estaba oscureciendo cuando Mick se fue, lo invite a cenar pero dijo que debía volver, que sería la próxima. Le agradecí por haber aparecido porque probablemente si no lo hubiera hecho, mi vida hubiera sido un desastre. No tenía idea cuánto necesitaba que alguien me dijera las cosas como eran en realidad. No se trataba de si podía o no a esta altura. Toda mi vida había sido de esa manera y las veces que lo intente pude hacerlo. Ahora se trataba de si realmente quería.
En cuanto se fue, tome un papel y escribí: "¿Quieres darle una chance a Max? ¿Quieres quedarte en AlphaTauri? ¿Quieres ganar el campeonato? ¿Quieres convertirte en el mejor corredor de fórmula uno de todos los tiempos?" y lo pegue a la heladera con un imán que había comprado la primera vez que visite México.
Me quedé observando el papel en mi refri un rato apoyándome sobre la mesada de la cocina en paralelo. La casa estaba en completo silencio, iluminada con las las luces cálidas vintage que había puesto en cuanto me mude. Hace un par de semanas Max me dijo algo que podía aplicar perfectamente en ese momento.
Encendí mi teléfono y de inmediato note las cientos de llamadas perdidas de un número desconocido, supuse que era Max. Esperaba que no se encontrara muy lejos o que no crea que era muy tarde. Marque y me acomode en una esquina del gran sofá mirando el jardín con las pocas luces que tenía repartidas.
―¿Si?―su voz se extendió a mi alrededor y como si fuera la brisa fresca entrando por la ventana sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo.
―Espero que no sea tan tarde―comente con delicadeza.
―Am...―susurro con sorpresa. ―Demonios, Am. Pensé que te había pasado algo ¿Estás bien? ¿Donde estas?―pregunto apresurado.
―Dijiste dos cosas en Mónaco que me hicieron llamarte―conteste. ―No estaba segura de si debía llamarte, pero recordé que dijiste que no tiene sentido invertir en algo seguro, así que decidí arriesgarme―sonreí y podía imaginar a Max haciéndolo fácilmente del otro lado de la línea. Me preguntaba donde se encontraba. ―Y luego dijiste... Más bien me hiciste prometer, que te llamaría cuando me sienta decepcionada. Y yo siempre cumplo mis promesas.
―¿Que sucedió, Am?―tambien podía imaginarlo frunciendo el ceño y acomodándose en su asiento para prestarme la mayor atención posible.
―Creo que estoy un tanto decepcionada de mi misma―confesé replanteándome cada una de mis palabras una y otra vez, porque es más fácil pensarlo que asumirlo. ―A veces me pregunto que pensaría la pequeña América si tan solo me viera, viera lo que hice ¿Correría lejos de mi por la persona en la que nos he convertido como si fuera un monstruo, la peor de sus pesadillas?―pregunte como si él tuviera la respuesta.
