XX: You look perfect

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Se sentía tan cálido y cómodo que despertar fue una tortura, pero había mucho por hacer; gente con la cual hablar, canciones que tocar, relatos que escribir.

Chuuya soltó un quejido y se acurrucó contra la fuente de calor que lo envolvía desde la espalda y que respiraba pausadamente contra su nuca. Al sentir el brazo sobre su cintura desnuda y las piernas enredadas con las suyas, una somnolienta sonrisa se formó en sus labios. Ese calor, ese aroma, esa respiración era familiar.

Lentamente se giró entre los brazos ajenos. Entreabrió los ojos y observó el semblante dormido del hombre a su lado con una sonrisa tan cansada como satisfecha.

Siempre le gustó ver a Dazai dormir. Chuuya podía contar con los dedos las ocasiones en que pudo ver tanta paz en él y observar con atención cada pequeña parte de su rostro.

Seguía durmiendo tan silenciosamente como siempre, casi sin hacer ruido o moverse. El cabello le caía perfectamente sobre el rostro, había un sonrojo producido por el calor que los envolvía posado en los pómulos definidos que la adultez le otorgó. Las ojeras seguían ahí, pero eran mucho más claras y, si Dazai decidiera dormir temprano en vez de quedarse escribiendo, no las tendría; pero difícilmente Chuuya podía imaginarse a Dazai sin ellas.

De todas formas, seguía siendo hermoso con cada uno de esos pequeños detalles. Se veía perfecto. Le encantaba. Quería tanto besarlo, así que se inclinó hacia él dispuesto a despertarlo.

Besó a Dazai. Primero despacio, solo un suave roce sobre sus labios, luego siendo más insistente, despertando al hombre entre sus brazos con besos hasta que pudo sentirlo removerse a su lado y soltar un quejido que se ahogó entre sus bocas.

―Chuuya, estoy cansado ―se quejó, y sin embargo siguió correspondiendo a cada uno de sus besos con un malhumor fingido y poco convincente―. Casi no dormí anoche por tu culpa y me duelen las piernas...

―Sabías que eso pasaría, pero de todas formas no te quejaste ―se burló.

Con un exceso de dramatismo al cual Chuuya ya estaba acostumbrado, Dazai se alejó. Se acercó al borde de la cama con las sábanas alrededor de su cuerpo desnudo, mientras le daba la mirada más despectiva que pudo formar.

Y aún debajo de esa mala cara, Chuuya podía ver esa luz en él, esa adoración con la cuál Dazai siempre lo miraba.

¿No era curioso? Meses atrás, ver todo ese afecto le producía pánico, pero ahora... Ahora quería ver más. Quería que esa mirada no cambiara, o siempre recordarla si algún día lo hacía.

―Espero que no te quejes cuando sea mí turno ―dijo Dazai, sentado al borde de la cama y recogiendo la ropa que lanzaron al piso la noche anterior―. Te mantendré despierto toda la noche.

―¿Eso es una amenaza? ―Volvió a burlarse Chuuya, y disfrutó del temblor que recorrió a Dazai cuando sus dedos rozaron su columna desnuda―. Me gustaría mucho que hicieras eso.

―La última vez no te gustó mucho.

―Porque al día siguiente Black Ocean tenía una entrevista y fue horrible sentarme por más de dos horas ―le recordó.

Lo peor fue que sus compañeros de banda sabían qué sucedió la noche previa a la entrevista. Chuuya estaba seguro de que jamás se sintió tan avergonzado como en ese momento; con la mirada burlona de Kajii, la conmocionada de Tachihara, la neutralidad de Gin o la expresión juiciosa que Ryuu le dirigió (como si el desgraciado no hiciera lo mismo con Atsushi, maldijo Chuuya en su interior).

Para su suerte, los locutores de la radio tomaron su incomodidad como algo propio de su inexperiencia al ser la primera entrevista de la banda. Desde el lanzamiento del disco, su popularidad y exposición pública aumentó en conjunto con las visitas a sus videos y las copias vendidas de su disco debut.

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⏰ Last updated: May 11 ⏰

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Leave the kiss for later [SKK]Where stories live. Discover now