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Capítulo 13: Largo viaje

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Y terminó, la hermosa semana de relajación, entretención, emoción, y todo lo que termine en "ción", llegó a su fin. Estábamos en el avión de regreso, acabábamos de despegar. Pero esta vez la suerte estaba de mi lado, ya que Caini se sentó con Gretchen, y yo con Laura.

-Ross- alargó mientras recostaba su cabeza en mis piernas- Estoy aburrida- medio gritó la última parte. Empecé a acariciar su cabello.

-Yo también- hice un puchero- ¿Y si jugamos verdad o reto?- propuse sonriendo. Ella me puso cara de terror.

-Tu sabes como terminó eso la última vez- dijo preocupada. Yo sonreí recordando el maravilloso momento.

-Sí- suspiré- Perfecto- dije mirando sus labios. Ella se sonrojó.

-Ross- rió mientras se tapaba la cara con sus manitos.

-Me encanta cuando te sonrojas- volvió a reir- Y más cuando lo provoqué yo- susurré por lo que la castaña se sacó las manos del rostro.

-Eres un tarado- dijo mirándome directamente a los ojos.

-Talvez, pero soy TU tarado- se levantó y me volvió a mirar.

-¿Eres mío?- asentí sonriendo.

-¿Eres mía?- rió fuertemente.

-No te pases, Lynch- dijo para luego recostar su cabeza en mi hombro. Rodeé su espalda con mi brazo y cerré mis ojos...

* * * * *

-Lau, ¡Laura! ¡Ross! ¡Parejita!- escuché en un gritó por lo que desperté de golpeé. Raini y Calum nos miraban riendo. Me giré y vi a Lau durmiendo. ¿Cómo lo hacía? Raini gritó como loca y ella seguía allí, babeando mi hombro.

-Despierta a tu novia, por favor. Ya llegamos- dijo mi pelirrojo amigo mientras tomaba la mano de Rai y caminaban hasta la salida. "Novia"... Linda palabra ¿Cómo le quedará ella? Obviamente perfecta.

Pareces una idiota enamorada.
Soy una idiota enamorada... Digo, un idiota enamorado.
Te gusta enserio ¿Verdad?
¿Se nota mucho?
Nooo... Para nada.
Ya, sale de ahí.
Adiós...

Creo que aprovecharé la situación. Comencé a besar sus párpados, seguí con su nariz, después sus sonrojados pómulos... Y por último no me privé de probar sus labios... Yo sé que ella también lo desea. Me acerqué tímidamente y junté nuestras bocas. Oh, paraíso ven a mí. De pronto sentí una risita, y seguido de eso, los labios de Laura comenzaron a moverse al compás de los míos. Necesitaba sentir su boca sobre la mía, puse mis manos en su cabeza y ella posó las suyas en mi cuello, profundizando el beso. No sé que era lo que ella poseía, pero donde tocaba sentía que me quemaba, en el buen sentido. Estaba feliz, ¡Me estaba siguiendo!

- No, amor- habló un señor, yo seguí con lo mío- Okey, nos vemos en Washington- él siguió hablando, al parecer por teléfono- Claro que compré la pomada- pasaron unos segundos antes de que la grave voz del señor se volvió a oír- Sí, ya despegué- Laura y yo nos separamos bruscamente.

-¡¿Qué?!- gritamos al unísono. El señor dio un pequeño salto.

-Adiós, cariño- dijo mirándonos extrañado mientras colgaba- ¿Qué ya compré la pomada?

-¡No! ¿Usted dijo que ya despegamos?- Preguntó Laura alterada.

-Emm, sí- respondió obvio. Ella quedó atónita.

-Pero... ¡Imposible!- me metí a la conversación- Este avión venía desde Miami, con destino a California.

-No, hacía una escala en California. Tiene destino a Washington- dijo destacando la palabra "escala". Oh, no.