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Capítulo 42: ¡Shhhh!

-¡Qué te quedes quieto!- chillé levemente, mientras sacaba las manos de Ross de mi rostro, y lograba que asegurara su cinturón.

-¿Ya llegamos?- preguntó mi, en este caso bien justificado, estorbo.

-¡Cállate!- gritó Delly, mientras se apoyaba en el hombro de Ellington- Riker por favor arranca el maldito auto.

-Ya, tranquila... Nessa, indícame por donde es la salida del estacionamiento- pidió el adulto responsable aquí. Mi hermana lo miró extrañada- No ando con lentes y no veo bien de noche- explicó.

-¡¿Qué?!- gritamos al unísono todos allí, menos el borracho de mi novio.

Shor rió.

-Yo conduzco- sentencié.

-Lau, ¿andas con licencia?- preguntó Rat.

-Ehh, ¿Sí?- el castaño levantó una ceja- No.

-¡Genial! Simplemente hermoso, ya que yo tampoco- se tomó la cara, riendo levemente.

-A ver... Pensemos, ni Rydel ni Vane conducen, Riker está ciego, Ross no debe recordar ni su nombre y Ellington y yo no andamos con la credencial de conducir. Savannah y Ryland ya se fueron en el otro auto y Rocky esta con Charlotte quién sabe dónde y haciendo quién sabe qué...- solté casi quedándome sin aire. Mi florecita se tiró sobre mi regazo.

-Yo conduzco....- habló él, con un arrastrado tono.

Mi rubia amiga bufó y sacó un bonito pañuelo rosa de su bolso, para después tomar a Ross entre sus manos y meter el pedazo de tela a su boca, tirándolo nuevamente hasta aterrizar en mi regazo.

-Mucho mejor- sonrió satisfecha.

Negué con la cabeza y se lo quité.

-¡Voy a reir, voy a bailar, vivir mi vida, LA LA LA LA LA!- el alcoholizado rubio cantó como cabra con una lata en el cogote.

Y la bella pañoleta pasó de estar en mis manos a la boca del tarado.

-Mucho mejor- reí satisfecha. Vanessa me miro mal y se lo quitó, guardándola.

-Pero...- intente protestar, pero fui interrumpida.

-Por mucho que lo esté deseando en estos segundos, se podría ahogar.

-Awww- rió Ross- Vanessa me quiere- soltó sonriendo, pero después paró y colocó una asustada mueca- ¿Y si le gusto a Vanessa? Oh, no- se agarró de la cabeza- Le gusto a Nessa, Laura se enojara- su voz comenzó a entrecortarse y sus ojos a aguarse.

¿Acaso va a...?

-¡RIKER ME MATARÁ!- y estalló en llanto.

E.X.C.E.L.E.N.T.E.

-¡Shhhh!- chillamos todos.

-Yo... Me siento alagado pero, ¡NOOO! Mi estorbito terminará conmigo, ¡TERMINAREMOS Y YA NO VIVIREMOS JUNTOS, NO TENDREMOS UNA LINDA CASA, CON DIECIOCHO HIJOS Y MEDIO!- gritó como si lo estuvieran matando.

-¿Que es eso de "y medio"?- preguntó un extrañado Riker.

-¡ESO NO IMPORTA! ¡LA COSA ES QUE YA NO SEREMOS UNA FAMILIA, NO TENDREMOS DOCE PERROS, UNA SERPIENTE Y ESE PINGUINO QUE TANTO QUERÍA EL DÍA QUE FUIMOS AL ZOOLÓGICO!- su llanto aumentaba, mientras se reincorporaba en el asiento.

La vena en mi frente estaba que explotaba. El rubio se despabilo y me tomo por los hombros.

-¡Por favor, no le digas a Laura! Yo no se que haría si me dejara.

-¡Shhh!- acaricié su cabello- No le diré.

-Gracias- sonrió, pero segundos después se tiró a mi hombro y volvió a llorar.