Capítulo 27: Nuevo

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Dedicado a: winter-white

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La fría mirada del guardia aterraría a cualquiera. Estábamos en el taller mecánico más cercano, puesto que con nada podían sacar al par de idiotas de los carritos.

-¡Auch!

-¡Ahh, cuidado!- la voz de los Lynch sonaba adolorida.

-¡Cállense inútiles!- habló el guardia que nos acompañaba- ¿Cómo se les ocurre hacer esa idiotez? ¿Acaso están locos?- frunció el ceño.

-No, no lo están, es solo que...- me interrumpió.

-Claro, y tu grabándolos- desaprobó, bajé la cabeza.

-Listo- habló el señor que rompió el autito para poder sacar a mis parásitos.

-Me deben 500 dólares por los carritos- sonrió cínico.

-¡¿Qué?!- gritamos los tres al unísono.

-Sí, eso salió su..."jueguito"- sonrió burlón. Rodé los ojos.

Después de pagarle al inútil guardia, fuimos directo a casa.

-Enserio no puedo creerlo- solté desaprobadoramente.

-Lo sentimos- dijeron el par de inútiles.

-Como sea... Voy a mi cuarto- subí rápidamente, y limpié todo. Después de terminar me recosté y cerré mis ojos, dispuesta a tomar un relajante siesta...

Después de un rato una suave caricia en mi mejilla me despertó lentamente. Abrí mis ojos y ante mí, un rubio con el semblante arrepentido me miraba intensamente.

-Perdón...- suspiró. En mi rostro creía una enternecida sonrisa.

-Ya, tonto. Ya pasó- ahora él sonreía.

-Gracias- acarició mi mentón- Oye, quieres salir un rato...- habló algo nervioso.

-Mmm, talvez más tarde- frunció el ceño.

-Lau, ¿Qué hora crees que es?- preguntó extrañado.

-¿Las... 20:00 horas?- dije sin saber realmente.

-Son las 1:30 AM- rió.

-¡¿Qué, tan tarde?! Pero si recién eran las 17:45- me extrañé.

-Dormiste mucho- abrió los ojos, asintiendo.

-Espera, espera, ¿quieres salir ahora?.

-Claro, ¿por qué no?- sonrió.

-Por qué no, es muy tarde y...- no me dejó terminar ya que en menos de dos segundos me tenía en sus brazos- ¡Ross Shor Lynch! Bájame ahora, inútil- golpeé su espalda- Sabes que odio esto- le pegué nuevamente- ¡Estorbo, suéltame!- grité.

-Tranquila, nena, ya casi llegamos- en un rato llegamos a la planta baja. El rubio abrió la puerta, nos sacó, cerró y me dejo en el suelo.

-¿Es broma?- lo fulminé con la mirada.

-Nop- tomó mi mano- Ven vamos, y no grites más, no sabes lo que me costó hacer que esa roca se durmiera- negó con la cabeza, al parecer recordando. Reí y lo seguí, total, ¿qué más da? Ya estábamos fuera.

-Esta bien pero, ¿adónde vamos?- pregunté curiosa.

-Espera, - me miró- y verás- besó mi nariz. Sonreí con la vista en el frente. Salimos del departamento, nos montamos en la Harley, Ross saltaba de alegría porque lo dejé conducir y partimos a nosé donde...

New feelings  ||Raura|| #RauraAwardsWhere stories live. Discover now