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Capítulo 36: Perfecta

-¡Dejen la sesión de abrazos para después!- gruñó la vieja loca de Gretchen.

-Tranquila, Gret, se quieren, ¿no ves?- nos apuntó Rydel, sonreí mientras que la anciana hacía una mueca.

-No me parece para mi Laura- sentenció ella. La castaña entre mis brazos soltó una risita.

-Si te das cuenta de que yo soy tu sobrino nieto, ¿cierto?- enarqué una ceja hacia la señora. Ella solo asintió con la cabeza.

-Claro que sí, idiota. Es solo que a ella le tomé cariño- sonrió hacia Lau. Simplemente bufé.

-Okey, todos a los autos- ordenó papá, tomando su valija.

El caminó lo pasé aplastado entre Rocky, Riker y Ellington, ya que Ryland se fue en la parte de más atrás, junto con Gretchen, y Delly se fue con Laura, Vanessa y Savannah, en el auto de los Marano. Después de media hora de martirio, aparcamos frente a las hermosas cabañas que contenían parte de mi infancia, apenas logré salir, literalmente besé el suelo... Pero como soy Ross "mala suerte" Lynch, al agacharme Rocky tropezó conmigo, cayendo de un golpe seco al piso, acción que Riker imitó por error... Quedando los tres en el suelo.

Lindo, ¿no?

Son igual de torpes...
Cállate, inútil, tú si que eres torpe.
Soy hermoso, querido, no espera... Nadie te quiere.
Laura sí.
Tres palabras: COMPROMISO POR PENA.
Dos palabras: FUERA AHORA.
Una palabra: OKEY.

Después del intervalo, todos nos paramos y bajamos las maletas. El viento elevaba mi cabello, impidiéndome ver bien... Por lo que volví a caer, solo que ahora tropecé con una delicada anatomía, haciéndome soltar las maletas y caer por una pequeña colina, directo al lago y con esa chica en mis brazos... Contuve la respiración hasta que floté hacia la superficie, con la penumbra de la noche, no veía de quien se trataba. Pero gracias al fuerte golpe en mi hombro junto con un chillón "aborto fallido" que recibí, reparé en que era mi hermosa castaña.

Suspire aliviado, temía que fuera Gretchen...

-¡Eres un torpe!- gritó para después ponerse a reir, mientras se sujetaba de mis brazos, impidiendo que pataleara.

-Lo siento, pero, me caí...- me uní a su risa.

Su mojado cabello la hacía la lucir más perfecta de lo normal.

-¡Chicos!- gritó mamá, apenas podía verla, estaba demasiado oscuro- ¿Están bien?- preguntó preocupada. Se apareció por detrás mi padre, junto con los señores Marano, todos a la espera de nuestra respuesta. Más atrás escuchaba las risas de mis hermanos y el resto de la chusma.

-¡Sí! Salimos pronto- contesté.

-Okey, ya entramos sus maletas. Iré a hacerles un té o algo caliente, no se demoren en salir o se resfriarán- contestó Ellen.

Reí y le lancé agua a la castaña.

-¿Nadamos un rato?- pregunté divertido.

-Ross estamos con ropa- rió.

-Eso se puede arreglar fácilmente...- le di una pícara y ladeada sonrisa.

Ella solo me golpeó el pecho, aunque en su mirada veía diversión.

-Si serás inútil...- negó con la cabeza, comenzando a nadar. Simplemente la seguí.

Después de un cuarto de hora más de jugar en el agua, decidimos salir, ya que empezaba a hacer frío.

-Toma Ross, mamá me envió a entregarles estas toallas, dice que se sequen antes de entrar- habló Riker.

-Sí, como sea... Ve a ver a mi hermana mejor, Lynch- Lau le giñó un ojo. Él solo rió y entró.