Capítulo 31: Cosas de chicas

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El aroma a frutilla que se deprendía del cabello de Laura, llegando a mis fosas nasales, me quitaba el sueño, lentamente abrí mis ojos. La castaña que a mi lado yacía soltaba pequeños y tiernos suspiros, que lo único que hacían era que mi deseo por abrazarla aumentara notablemente. La observé. Su piel al fulgor del sol que por la ventana nos espiaba, relucía encandiladoramente, sus pestañas acariciando sus rosados pómulos y esos labios, con sus comisuras elevadas en una linda sonrisa matutina. Simplemente es hermosa, un jodido ángel. Vi la hora, 9:30. Decidí jugar un rato.

-Laura…- hablé suave. Ella hizo una mueca y se giró dándome la espalda. Reí para mis adentros y la abracé, poniendo mis manos en su vientre, atrayéndola más a mí- Princesa, despierta…- susurré en su oído y pude ver como sonreía un poco. Volvió a girarse, por lo que mis manos quedaron en su espalda, pareciera como si me observara, pero seguía con los ojos cerrados. La miré un poco hasta que ya no aguanté más y acabé con la distancia que nos separaba.

Poco a poco noté como salió de sus sueños, ya que empezó a seguirme. Era un beso dulce, suave, tierno. Comencé a acariciar su cintura y dejé mi mano libre en su mejilla. Nuestros labios se movían al compás del viento que contra la ventana golpeaba. Ella bajó sus manos hasta mi abdomen, y sin pudor alguno, las adentró a través de la camisa de dormir. Era increíble lo que me hacían sentir esos pequeños dedos acariciando mi espalda. Sus piel contra la mía era la sensación más magnífica que podría existir. Estaba apunto de imitar su acción, cuando a través de la puerta se escuchó una voz.

-¡Ross, despierta ya!- era… era papá. Nos separamos suavemente.

-¿Qué hacemos?- dijo Laura en un tono muy bajo.

-Ven- nos paramos- Allí…- apunté mi clóset. Ella lo abrió y se adentró. Me sentí como un pequeño haciendo una travesura.

-Me debes una- la oí susurrar. Sonreí y abrí la puerta. No era que tuviera algo de mal estar así con Laura, no hacíamos nada, pero no es cómodo que tus padres te encuentren durmiendo con tu novia…

-Hijo, por fin, ya es tarde. Ellen y Damiano están abajo… Tu, ¿sabes donde está Lau? Es que queremos ir a desayunar todos juntos, pe…- paró de hablar- ¡Ross Shor Lynch Crow!- gritó susurrando mientras observaba un punto fijo detrás de mí. Hice una mueca al girarme y ver que las pantuflas de conejito de la castaña me miraban desde el piso. Él se adentró y cerró la puerta. Oh no…

Me quedé estático hasta que habló.

-¡Laura Marie Marano!- dijo de la misma manera- Sal de donde quiera que estés- miró para todos lados. De pronto, una avergonzada Lau, salió del armario. Le sonrió a papá mientras que él solamente se mostraba serio, pero en su mirada veía algo de diversión. Señalo mi cama y nos obligó a sentarnos- Ustedes son un par de irresponsables- susurró.

-Perdón…- soltamos al unísono con la cabeza gacha.

-Chicos- se sentó en el escritorio de enfrente- Deben ser mas cuidadosos, Laura, tus padres no saben que estás aquí, estaban preocupados- ella levantó la cabeza.

-Losé, lo siento. Pero…¿Cómo supo que estaba aquí?- preguntó tiernamente.

-Lau…- él rió- Yo mismo te regalé esas pantuflas- las señaló en el piso, por lo que ella se sonrojó.

-Es cierto…- rió nerviosamente.

-Okey, chicos, yo no diré nada, así que inventen una buena excusa- dijo divertido, negando con la cabeza- Ah, y esta conversación, no ha terminado, señoritos- nos apuntó con el dedo, mientras salía de la habitación, cerrando la puerta.

New feelings  ||Raura|| #RauraAwardsWhere stories live. Discover now