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Capítulo 37: ¿Y entonces?

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Desperté con una enorme sonrisa impresa en la base de mi rostro, extendiéndose por toda mi cara. Simplemente la situación no podría ser más perfecta. Desde unos metros a la derecha podía escuchar los ronquidos de la rubia, sonreí observándola y solo allí me percaté de cuanto la extrañaba. A mi Delly.

Observé la hora, 9:35 AM, y como aún era muy temprano, decidí dejarla dormir un rato. Me levanté y me cambié por una teñida deportiva junto con mis zapatillas rosadas. Sí, Laura Marano saldría a correr. Tomé una botella de agua, me puse mis audífonos y dejé que "Everybody Talks" de Neon Trees, me empujara al mundo del deporte.

Dos cuadras. Ni siquiera dos cuadritas pude llegar a correr. Me rendí y volví a la casa, decidida a comer un buen sándwich. Sí, nada mejor que comer después de una mañana de ejercicio. Entré, me duché y cambié por un vestido blanco de encaje y mis preciadas converse negras.

Subí al cuarto de los chicos, a despertarlos dulcemente.

-¡EL TRÍO DE MORSAS POR FAVOR LEVANTENSE!- de apoco abrían sus ojos- ¡LA MORSA CASTAÑA ARRIBA!- Rocky se paró adormilado- ¡LA MORSA ALFA ARRIBA!- Riker hizo una mueca, restregándose un ojo mientras se levantaba- ¡Y LA MORSA ESTORBO ARRIBA!- terminé de gritar justo cuando el rubio se paraba.

Los tres me miraban fríamente, mezclado con algo de malicia, la cual se demostró una vez que saltaron al mismo tiempo hacia mí, tomándome y lanzándome al colchón, para empezar una dolorosa sesión de cosquillas.

Después de media hora, ya todos estaban listos y vestidos, iríamos al lago.

-¡Ya suéltalo!- forcejeaba Gretchen con Ross, por quien comía el último pastelito.

-¡Yo lo vi primero!- gritó mi novio.

-¡Yo nací primero!- siguió mi abuelita favorita.

-¡Eso todos lo sabemos, anciana!- Ross saldría herido. Lo sé.

-¡¿Me llamaste vieja?!- preguntó alterada.

-¡Sí, viejita!- espetó.

-¡Escoria!

-¡Amargada!

-¡Teñido!

El rubio- tal como dijo Gretchen, teñido- iba a contestar, pero lo interrumpí.

-¡Ya basta!- grité, quitándole el pastelito y dejándolo en la mesa-Esto se resolverá de manera adulta- suspiré- Piedra, papel o tijera.
-Okey- habló el estorbo.

-Lo acepto- sonrió Gret.

-Piedra, papel o tijera...- hablaron al mismo tiempo, un puño por parte del chico de ojos miel, le ganaron a un tijerita de la señora.

-¡Sí!- chilló este, como la nena que es. Se giró, dispuesto a tomar el premio, pero solo habían migas.

-Pero, ¿qué rayos?- preguntó Ross, mirando para todos lados.

-¡Chicos, apúrense, ya quiero ir!- gritó Rocky con la boca llena.

La fulminante mirada de mi tumor enterraba al castaño.

Luego de que la parafernalia terminara, salimos caminando hasta el lago, ya que quedaba prácticamente afuera de la hermosa cabañita de madera. Ahora me encontraba tomando sol en la arena, junto con Rydel, Vanessa, Savannah y Ryland, que jugaba con su novia, mientras que los chicos nadaban plácidamente en el lago. Mis padres, los de Ross y Gret, conversaban a unos metros.

Cerré mis ojos, aspirando el refrescante aroma de la naturaleza, cuando empecé a sentir pequeñas gotas sobre mí.

-Ven, Lau...- habló un mojado Ross.