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Capítulo 18: Mi lady

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Después de lo que pasó con Laura, almorzamos con los chicos, y más o menos a las 17:30 se fueron, no sin antes decirnos que no querían ser tíos todavía así que nos calmáramos un poco. Sonreí por eso. Por suerte no preguntaron tanto, y claro que no les dijimos que hubo un hermoso, precioso, maravilloso, perfecto beso. Ahora estamos en el sofá de la sala viendo TV. Me giré y vi a Laura, tenía la cabeza gacha, estoy seguro de que lo último que quería hacer era hablar sobre eso, pero era necesario, no tenía nada nada de malo, yo la quiero, creo que ella también siente cosas por mi, ¿Cuál es el problema? Ah, sí, para Laura si no funciona se rompería la amistad, aunque por mi parte jamás haría que no funcionara.... Diablos, estoy tan enganchado con ella, realmente no se como me hechizó sin siquiera intentarlo. Quiero estar con ella, me gusta tanto, es tan... Tan ella... De verdad la quiero, es la primera chica que me ha gustado enserio. Laura me dio mi primer beso, y estoy seguro de que quiero que me dé el último...

Levanté mi mano y comencé a acariciar su mejilla, ella se volteó y me miró. Su vista iba desde mis ojos hasta mis labios, deseosos de probar los suyos otra vez. Se veía tan frágil, no podía obligarla a hablar.

-Mi lady- dije con voz divertida, calmando el ambiente- ¿Qué le parecería si la escolto a cenar?- pregunté con un intento de acento británico por lo que ella rió como loca.

-Me parecería excelente- volvió a reir- Pero ¿Es una cita?- preguntó apuntándome con si dedo índice, sonreí.

-Eso depende de como lo quieras ver- le dije elevando una ceja. Laura abrió los ojos- Por mí, que sea una cita- le giñé.

-Mmm, salida de amigos- dijo por lo que hice un puchero y ella rió.

-Esta bien- se paró- Dame media hora- dijo subiendo las escaleras, supongo que con destino a su cuarto. También subí a arreglarme un poco, me cambié con un jeans oscuro, una camisa blanca y una chaqueta de cuero negra.

Narra Laura:

Estaba frente al espejo, poniéndome algo de máscara para pestañas, me había vestido con un jeans claro, una blusa turquesa y unos zapatos de taco negros. Terminé de maquillarme y bajé para encontrarme con un bien vestido Ross, se veía muy guapo.
Se me quedo mirando de pies a cabeza, para después dejar su mirada puesta en mis ojos.

-Te ves, hermosa, bueno, como siempre- me giñó un ojo. No sé como este chico es tan coqueto, si nunca tuvo novia.

-Okey, señor galán- dije riendo- Ya, vámonos- abrí la puerta de la casa y salí, el me siguió y cerramos- ¿Vamos en Goofy?- pregunté sacando las llaves de la Harley.

-Emm, en realidad preferiría caminar- dijo algo nervioso.

-Okey...- respondí no muy convencida. Salimos y caminamos hasta el centro de Los Ángeles, eran las 21:00 horas. Entramos a un restaurant con tema de Italia, la totalidad del lugar estaba decorado con pinturas italianas, había una "Torre de Pisa" que llegaba al techo en el centro del lugar, era hermoso. Al entrar se nos acerco un señor.

-¿Desean un mesa?- preguntó amablemente.

-Sí, gracias- respondió el rubio.

-Por aquí por favor- estiró su mano y nos guio hasta la masa más cercana. Dejó los menús, sonrió y se fue.

-Es hermoso, ¿Ya habías venido aquí?- pregunté curiosa.

-Nop, pero lo vi en internet y quise traerte ya que me recuerda mucho al de- lo interrumpí sonriendo.

-Colorado- dije feliz. Siempre íbamos allí con nuestras familias, ya que a mi papá le encantaba, claro, si es italiano.

-Sí, adoraba salir con nuestras familias- dijo sonriendo, aunque en sus ojos pude ver algo de nostalgia sobresaliendo del resto de las emociones, pero enseguida sacudió su cabeza, supongo que eliminando esos pensamientos. Tomé su mano sobre la mesa.