Regular Show - El Descanso de la Monotonía.

Mi "novia"

XIII

Mordecai se encontraba en la cocina, sentado e inclinado frente a un vaso con agua simple. Miraba las pequeñas ondas que se formaban cuando él tocaba el cristal. La tibieza del atardecer entraba por la ventana pero su cuerpo no era capaz de sentirlo. Su temperatura era mucho mayor.

Continuó observando las pequeñas ondas de agua en el interior del vaso al acariciarla, cuando de pronto lo comparó con las reacciones de Rigby frente a sus caricias. Mordecai se puso de pie con una expresión amarga en el rostro, vertiendo el contenido en el fregadero.

Mordecai: Mañana volverá todo a la normalidad...

Thomas: ¿Qué volverá a la normalidad?

Mordecai: Ah... Hola Thomas. No te había visto...

Thomas: Sí... acabo de llegar. *cansado*

Thomas ingresó a la cocina y se dejó caer en una silla con las piernas de lo más abiertas. Se veía de lo más agotado mientras miraba el techo de la cocina. Mordecai hizo lo mismo, entonces recordó...

Mordecai: Oye... los tipos de hace rato...

Thomas: Tal vez los busque más tarde *interrumpe*... hay algo que debo hacer. *viendo el reloj*

Mordecai: Claro... ¿crees que puedas darme un aventón?

Thomas: No hay problema, amigo.

Thomas sabía que cuando Mordecai pedía un "aventón", a sus amigos, éste significaba el querer llegar a la cafetería. Aunque claro, Thomas ignoraba si Margarita se encontraba o no en el café en ese momento. Mordecai sólo tenía un lugar a dónde ir fuera del trabajo despues de todo.

La ciudad estaba más poblada de lo habitual. Algunos extendían sus tiendas de acampar sobre el gras y otros sólo se reunían con sus conocidos en las esquinas. Pancartas en diferentes idiomas señalaban los lugares de puestos de comida, hostales y estacionamientos. Al verlo, Mordecai, estaba interesado en saber más.

Mordecai: Vaya... ¿Salió algo en las noticias?

Thomas: Ni idea, viejo. No he tenido mucho tiempo libre... y llego muy cansado a casa.

Mordecai: Ya veo. Publicidad... seguro debes abarcar una gran área.

Thomas: Incluso debemos ir al infierno con ayuda de Muerte. *sonríe*

Mordecai: ¡¿QUÉ, estas bromeando cierto?!

Thomas: mmm... no. Al principio fue difícil ya que es agresivo cuando se trata de trabajo...

Mordecai: Me refiero al infierno, Thomas. *interrumpe*

Thomas: A ellos les fascinan los conciertos. Tienen permiso de subir a disfrutarlo.

Mordecai: Ay *preocupado*... ¿no has visto a nadie extraño?

Thomas: ¿Es en serio? Muchos se ven diferentes allá abajo.

Mordecai: ... *silencio*

Thomas: Oye, no te preocupes, contaremos con buena seguridad.

Mordecai: Eso espero...

Thomas: Despreocúpate. Bueno, aquí estamos.

Mordecai: ... gracias por llevarme.

Thomas: Cuando quieras, adiós.

La cafetería se encontraba iluminada. No habían cerrado como Margarita le explicó en el teléfono hacía rato. Entró al ver que Eileen corría con dos bandejas una en cada mano. Cuando Mordecai entró, Eileen giró para verlo, anotó el pedido del cliente y se acercaron a saludarse.