Confusiones... (pt. 6.1)

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Rigby apenas pudo reaccionar y sostenerse en pie cuando Musculoso lo sujetó bajo las axilas para levantarlo. La malteada aún se le escurría entre sus cabellos mientras todos a su alrededor lo miraban sólo a él. Quien se hacía cargo de la dulcería, un tipo cuyos ojos le brillaban de color ámbar a contra luz, se acercó facilitándoles los servicios del personal.

– Pueden utilizar el baño de atrás, así no tendrán que caminar entre la multitud allá afuera. –

Dijo con una amable voz aunque su rostro parecía totalmente indiferente. Rigby creyó reconocer un aire de Jared en él, aunque se veían muy diferentes, y en seguida supo que debía tratarse de otro sujeto del submundo de los que Jared le había comentado que trabajaban en el local. Ambos lo siguieron detrás del mostrador, haciendo a un lado las miradas curiosas de los demás.

Ahora, encerrados en un pequeño cuarto de baño, escuchando el ronroneo de las maquinas trituradoras de hielo; Rigby limpiaba los pegajosos residuos de su cabello, frente al lavamanos; mientras Musculoso orinaba sermones detrás de él, inclinado frente al inodoro.

Musculoso: "Es para esto que me pediste conversar contigo" bububu... ¡¡Madura!! Estoy siendo honesto contigo porque te quiero, no porque te deteste. *se la sacude* Serás idiota...

Rigby: ¡¡Eso fue demasiado duro hasta para ti, Musculoso!! *snif* ¡¡Y no soy un idiota!!

Musculoso: Sí lo eres. Que te lo haya dicho directamente *abriéndose paso al lavamanos*..., no me vuelve un bruto insensible. Además, sabes que tengo toda la razón al respecto.

El rechinido del bombeo del jabón líquido llegaba a los oídos de Rigby quien había ido a sentarse sobre la taza del inodoro a recapacitar las irreprochables palabras de Musculoso. Observó la hora en su reloj, Mordecai ya debía estar en camino si quería llegar a las siete de la noche; una hora tarde de lo planeado en casa de Eileen. Con el entrecejo fruncido, agitó su humedecido cabello; convenciéndose de que tal vez ya era hora de ser realista. Mordecai no vendría.

Rigby: Tienes razón *Musculoso lo mira desde el reflejo*. Tal vez... no me he dado el valor suficiente frente a Mordecai, pero eso no quiere decir que yo no desee recibir algo también...

Musculoso: ¿Y qué es lo que recibes de Mordecai, exactamente? *incrédulo*

El tono de voz de Musculoso, fuera de sonar ronca y pastosa con la que se identificaba, resonaba tolerante en la conciencia de Rigby. Era paternal y protector, pero le hacía sentir como en un confesionario. Rigby aún recordaba su franqueza allá afuera en la dulcería. Pensó que le había dado el portazo a sus sermones, pero no, aún rondaban en su cabeza, desmoralizándolo.

Rigby: Pues... n-nada... *resignando, mirando hacia el suelo* nada...

Musculoso: Oye, ustedes son mis mejores amigos *resalta*, pero le das demasiada importancia a alguien que te trata como basura. Mordecai no cambiará fácilmente y no puedes obligarle.

Rigby: Musculoso, Mordecai no es cruel conmigo, soy yo. Todo este maldito tiempo se trata de mí porque... cuando estamos solos, no puedo esperar que nada suceda. ¡Yo espero por él! Mordecai se acerca a mí y permito que juegue a gusto conmigo porque... e-estoy enamorado...

Musculoso: Wou, wou... espera. Déjame ver si entendí bien la enorme estupidez que acabas de decir. Mordecai y tú, tú y Mordecai. ¿Estás culpándote a ti mismo por lo que les sucede a ustedes dos? Mientras se divierten besuqueándose y tocándose ¿es tu culpa, sólo tú culpa?

Rigby: No es como si estuviera echándome la culpa *rasca su cabeza* Sólo me siento egoísta porque en verdad quiero que esas cosas sucedan... pero siempre terminamos confundiéndonos.

Regular Show - El Descanso de la Monotonía.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz