Confusiones... (pt.4)

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El cielo pintaba un fabuloso violeta con nubes parcialmente anaranjadas. Chloe dio un extenso suspiro de alivio, le fascinaban esos fabulosos espectáculos olvidados. El viento helado tras una calurosa tarde de trabajo y la aparición de las primeras estrellas junto al asomo de la luna sobre los grandes edificios. Era casi imposible no enamorarse de ellos.

Chloe: Vaya... *muy relajada* Son gratis, no entiendo por qué casi nadie les presta atención.

Eileen: Lo mismo dirían ellos de ti al conducir. Mira la autopista, Chloe. *entre risas*

Chloe: El alcoholímetro no es nada benevolente ¿no es así? y tú bebiste como cinco copas.

Eileen: Oye... *jugando el cubo rubik* estuvieron muy buenas esas bebidas ¿ok...?

Chloe: Sabes... Fantasmin me comentó sobre una mujer que los preparaba con efectos muy interesantes. Algo así como una fusión entre la química y la coctelera.

Eileen: heh... ¿eso dijo? *mira por la ventana* Nunca nos la ha presentado. El tiempo lo volvió un tipo como Musculoso. Ahora él es el de los contactos estrafalarios y el de las bromas pesadas.

Chloe: En serio tus amigos han cambiado mucho con el tiempo, eh, Eileen...

Eileen: Me gusta pensar que es así aunque a veces siento que nada ha cambiado en realidad. Nos vemos tan grandes pero nos afectan las cosas más pequeñas... Y volvemos a ser los de antes.

En el corto tiempo en que meditaba las palabras de la castaña, la luz roja del semáforo cambió a un rojo intenso. Chloe detuvo el auto y a su lado, Fantasmin las saludaba con la izquierda cuando Eileen le aventó un pequeño juguete a la cara. Éste rebotó y calló irremediablemente sobre el hormigón de la autopista. Entonces Musculoso fue por él y lo recogió para devolvérselo.

Musculoso: No volveré a bajarme para recogértelo, Eileen. *advierte*

Eileen: Gracias, Musculoso... ¡¿Cuántas veces te pedí que no tocaras mis espejos, Fantasmin?!

Fantasmin: ¿Cómo voy a saberlo? *le avienta un dulce* ¡Lo hago todo el tiempo!

Eileen: ¡¿Y tienes el descaro de decírmelo a la cara?!

Musculoso: Señoritas, estamos muy cerca del centro de juegos. Arréglenlo cuando lleguemos.

Eileen: Te tengo en la mira, Fantasmin, en-la-mi-ra.

La castaña retrocedió a recostarse en el respaldar de su asiento viendo que Fantasmin se divertía mostrándole la lengua a la vez que desacomodaba el espejo retrovisor de Musculoso para provocarla. ¿Acaso se había hecho una perforación en ella y no les había dicho nada? Como sea. Antes de imaginar lo doloroso que podía ser, Musculoso le dio un empujón atrás de la cabeza para que dejara de fastidiarla. Eileen sonrió negando con la cabeza y regresó a su cubo Rubik.

A Fantasmin le divertía demasiado fastidiar a quienes se estresaban más con sus ocurrencias y ésa era Eileen; la chica más estresada del grupo. Sin embargo, detrás de él, junto a Musculoso, Rigby parecía no tener vida ni color. Aquello no era normal entre ese par de payasos. Sintiéndose preocupada pues a penas y había notado la presencia de su ex novio, Eileen se enderezó al instante pero la luz ya había cambiado a verde y el auto de Musculoso se perdía entre el tráfico.

Eileen: ¡Chloe...! ¿Pudiste verle la cara a Rigby?

Chloe: ... no parece muy animado. Me preocupa que puedan estar molestándolo demasiado...

Eileen: No... *mirando el dulce* ellos conocen sus límites; aún más con Rigby que es demasiado sensible a las bromas pesadas. Ese tonto... creo que en serio le ha afectado lo de Mordo...

Regular Show - El Descanso de la Monotonía.Where stories live. Discover now