Confusiones... (pt. 3)

327 23 4
                                    



"Cada quien escoge su propia forma de arder"...: decir algo como eso era sencillo para cualquiera que no hubiese caído ante la belleza de Margarita. Entonces Mordecai se cuestionó: ¿Lo sería para Eileen también? ¿Sería sencillo para ella negar esos sentimientos encontrados cada vez que Margarita atravesaba su camino?, pero no encontró las respuestas necesarias... sólo hallaba viles confusiones, que amenazaban con aturdir su tranquilidad si volvía a escuchar ese nombre. Sólo tenía una oportunidad, una última oportunidad con Rigby... ya habían llegado demasiado lejos para arruinarlo por un reencuentro con su ex novia. Pero... ¿y qué tal si no pretendía nada con ella? ¿Qué tal si sólo... ese sentimiento de angustia era por sus pies lastimados y no por... ella?

Mordecai negó con la cabeza de una manera tan desquiciada, que Chloe comenzó a preocuparse por él, al ser testigo de que su nuevo amigo intentaba, desesperadamente, quitarse una "pulga" de encima. Los recuerdos pasados de una Eileen sumergida en la profundidad de un poso lleno de lamentos, a causa de un amor no correspondido por parte de la pelirroja, llegaron a su mente y la golpearon al recordar a Eileen desviándose del camino, al escuchar el nombre de Margarita. Con algo de suerte, Chloe, pudo asegurar una cuerda para que Eileen pudiera entrar y salir de ese poso... ¿pero quién lo haría por Mordecai? Rigby parecía contento pero... Mordecai lucía...

Chloe: Despistado... *susurró desconcertada*

Mordecai: ¿Dijiste algo?

Chloe: ¡Nada!

Chloe negó con la cabeza para Mordecai, como si intentara quitarse unos malos pensamientos que podrían arruinar la buena suerte del peli azul. Definitivamente no lo quería en los zapatos antiguos de Eileen. Cuando abandonaron la cafetería, silenciosos desde su conversación en la base de las escaleras, un destellante atardecer les obligó a cubrirse la mirada con el contorno de sus palmas. Fantasmin se encontraba en el auto de Eileen, junto con Rigby, alterando los espejos retrovisores y balanceando el vehículo de atrás hacia adelante. Lucían como niños muy emocionados e inquietos... y bueno, prácticamente eran los niños del grupo en ese momento.

Por otro lado, los padres responsables del grupo, Eileen y Musculoso, parecían conversar sobre cómo y dónde podrían encontrarse en la inauguración del centro de juegos. El plan era simple. Eileen y Chloe irían a casa a dejar el uniforme del trabajo, mientras que ellos se adelantarían al centro de juegos y apartarían un espacio en el estacionamiento. Eileen, por supuesto, sospechó que éste podría encontrarse lleno, inclusive antes de que los alcanzaran; pero Musculoso, tan despreocupado y seguro de sí mismo, insistió en que podría hacerse cargo, si la situación lo ameritada. Después de todo, él siempre tenía un contacto a quien cobrarle un favor.

Musculoso, Mordecai, Rigby y Fantasmin subieron al auto, los últimos dos mencionados mientras murmuraban entre risas, lo que le resultó muy sospechoso a Chloe, y atravesaron la avenida para girar en la calle que los llevaría al centro de la ciudad. Eileen y Chloe tomaron otro camino, directo a casa a ponerse un poco más cómodas. Sin embargo, en el transcurso del viaje, Eileen hacía furias por sus espejos retrovisores, ya que se molestaba demasiado en ubicarlos en el ángulo perfecto. Podría demorar horas en enderezarlos y odiaba a muerte que los tocaran.

Eileen: ¡¡Juro!! Que un día de estos hablaré con muerte, ¡reviviré a ese tarado y luego lo mataré!

Chloe: Ya, Eileen, él no está haciendo nada malo. *aborrecida por el tema de los espejos*

Eileen: ¡¡No quiero gente como él aquí!!

Chloe suspiró una sonrisa, Eileen no tenía remedio cuando se enfrascaba en algo tan importante como lo eran sus espejos retrovisores. Como todas esas clases online, ayudándola a no reprobar en los cursos que más se le dificultaban, como sus intenciones por sonsacarle una apuesta, de la cual aún era ignorante, a Jared, o su insistencia porque por fin pudieran conocerse en persona. Chloe se ruborizó al recordarlo, Eileen había hecho de la invitación una especie de ritual en el que ambas personas se juntan para siempre ¿Cómo se hacía llamar? Chloe seguía sin poder encontrar una palabra que pudiese asimilarse tanto a esa situación y no a una pedida de mano.

Regular Show - El Descanso de la Monotonía.Where stories live. Discover now