Regular Show - El Descanso de la Monotonía.

Claustrofobia

XXI

Una aglomeración de colaboradores llegaron al parque a trabajar en sus distintos encargos dirigidos por, al igual que Benson, otros gerentes empeñados en el levantamiento del concierto. Todo debía realizarse bajo un exigente itinerario, aunque claro, la juventud del momento era incontrolable. Algunos de los colaboradores más jóvenes bebían o fumaban durante las horas de trabajo convencidos de que aún no habían sido descubiertos, sin embargo, éstos presentaban muy buenos resultados y cumplían con el trabajo del día cumpliendo las expectativas.

Por otro lado, estaban Mordecai y Rigby; quienes parecían estar demasiado ocupados bebiendo soda y levantando polvo como para asistir el itinerario que Skips les había encomendado. A varios metros de distancia, los colaboradores divisaban lo que parecía ser una competencia a velocidad con las carretillas elevadoras; mientras el "dúo dinámico" se exponía al peligro y descuidaban los paquetes frágiles esparcidos en el parque. 

Muy animados, habían disfrutado del espectáculo. Había música, bebidas y comida chatarra pero claro, el itinerario no se cumpliría por su cuenta, por lo que luego de un par de horas dejaron de prestarles atención volviendo a sus deberes y esperando a que el próximo espectáculo fuera alguna catástrofe o explosión. Ahora, Mordecai y Rigby se debatían a duelo sin espectadores... cuando de pronto el wokitoki en la carretilla de Rigby interrumpió su competencia. Era el cargador.

Cargador: (¿Hola, hay alguien?, cambio.)

Rigby: Aquí Rigby, cambio.

Cargador: (Estamos listos para llevarnos algunas cajas ¿Necesitan ayuda con eso?)

Rigby: No, lo tenemos todo bajo control.

Cargador: (Los esperaremos en la entrada, cambio.)

Rigby: Viejo, tenemos que llevarnos las cajas a... ¿Mordecai...?

La carretilla elevadora en la que iba Mordecai, estaba vacía. Por donde girara a ver, el camino estaba completamente libre además de que los ayudantes se encontraban muy lejos. Con pereza, Rigby fue a buscarlo entre los paquetes. Aquellas cajas podían medir entre los treinta centímetros hasta pasados los dos metros. Rigby pensó que podría perderse entre ellas cuando entonces escuchó los murmullos de Mordecai detrás de unos grandes arbustos.

Rigby: ¿Mordecai...? *abriéndose paso entre las hojas*

Mordecai: ¡Viejo ven, tienes que ver esto!

Rigby: ¿Qué es?

Mordecai: ¡Sígueme, rápido!

Rigby lo siguió entre los grandes y pequeños paquetes regados por sobre el césped. El peli azul corría demasiado rápido y se alejaban cada vez más del camino. El parque parecía inmenso con tantas interrupciones al paso y pronto las pisadas de Mordecai dejaron de ser audibles para Rigby.

Rigby: ¡Oye...! Mordecai ¿dónde estás?

El castaño entornó los ojos sin saber hacia dónde dirigirlos y comenzaba a fastidiarse con Mordecai por haberlo "arrastrado" hacia un laberinto de cajas de todos los tamaños. Dispuesto a trepar sobre una de ellas para visualizar el camino, Rigby se ajustó el cinturón antes de que Mordecai apareciera deslizándose entre los paquetes, asustándole y tomándolo por el antebrazo.

Rigby: ¡¿Qué rayos...?! *molesto* No tenemos tiempo, tenemos que entregar las cajas y...

Mordecai: ¡Calla y mira!  *muy animado*¿No te parece sorprendente...? 

Rigby:  waaoo... *sarcasmo* encontraste una gigantesca caja. Que bien, Mordecai.

Mordecai: ¡Eso no! *lo empuja* Lee la etiqueta.