¡Buenos días! (pt. 2)

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Volvió a beber de su bebida observando a Rigby, intentando recordar... desde cuándo se habían distanciado a tal punto de ya no confiar el uno del otro. Sólo podía culpar a dos personas: Margarita y CJ. Con ello había tenido. Las comisuras de sus labios dibujaron una sonrisa que reflejaba un desagrado a sus pensamientos. No podía engañarse, él era el mayor responsable.

Mordecai: Oye Rigby...

Rigby: ¿mmh...? *mirando el techo*

Mordecai: ¿No quieres hacer algo después del trabajo?

La mirada del castaño recorrió la habitación hasta llegar a Mordecai. – ¿Qué fue lo que dijo? ¿Después del trabajo?... ¡¿Conmigo?! – se dijo muy extrañado mientras observaba sospechoso a Mordecai. Aquello no se lo había esperado por parte del peli azul. Bajó su mirada hacia su bebida, la lata estaba casi vacía y sentía la necesidad de otra al recordar que la historia volvía a repetirse. Amistad, ser MORDECAI, soledad. Distraído en su confusión, Rigby respondió a la pregunta de Mordecai con otra pregunta, sin haber pensado antes en sus palabras.

Rigby: ¿No iras con Maaarrrrr...? *reacciona* ¡Mar! Sí. El mar ¿Irás al mar?

Mordecai: El mar *entre risas* ¿es en serio, Rigby?

Rigby: ¡Lo siento! *sarcasmo* No, en serio. No fue mi intensión... que lo recordaras.

Mordecai: No pasa nada. hahaha... idiota. No iría con Margarita. Pero esa no es mala idea.

Rigby: Cuál... ¿Ir con Margarita?

Mordecai: Quiero ir a la playa. Me vendría bien estacionarme frente al mar.

Rigby: mmm... no lo sé, viejo. Sigo muy cansado. *pesadez* y aún no hemos iniciado el día.

Mordecai: Piénsalo un minuto. Compraríamos unas cervezas, cigarrillos, un par de hot dogs. Podríamos invitar a Musculoso y a Fantasmin. No dirán que no, sería una tarde de hombres.

Era verdad que Rigby sentía las repercusiones por la falta de sueño sobre su cuerpo. Sin embargo, había planeado desde temprano ir al centro de juegos. Disimuladamente deslizó la manga de su playera, desnudando el antebrazo donde Jared lo había tatuado en la madrugada. Fue la frustrante presión de su inconciencia la que lo ayudó a levantarse de la cama, algo dentro de él exigía la presencia del tipo peliverde a pesar de que pensar en ello le había impedido dormir. No era necesario conversar sólo... sentía la necesidad de verlo. Frunció el entrecejo.

Mordecai: Rigby... si no quieres ir, está bien; no voy a obligarte. Pero me gustaría que vinieras.

Entonces el castaño levantó la mirada mostrándose sorprendido. Mordecai aún esperaba su respuesta. Volvió a mirar el tatuaje falso en su antebrazo a medida que volvía a ocultarlo bajo la manga. Comenzaba a aburrirse de hablar consigo mismo y convencerse de que no podía hacerse ilusiones sólo por el buen trato de un desconocido como Jared. Debía enfrentarse a la realidad. Lo único que había hecho Jared por él fue ayudarlo, no conquistarlo... llevaba sermoneándose sobre eso desde la madrugada. Definitivamente necesitaba distraerse con algo si no quería continuar el día sumergido en sus pensamientos.

Rigby: Sabes... eso estaría bien.

Mordecai: ... ¿entonces vienes con nosotros?

Rigby: Sí... *reflexiona* ¡Sí, Mordecai! ¡Es más es justo lo que necesito, hermano! *animado*

Mordecai: ¡Entonces está hecho!

Rigby: Bien, ahora vete de mi habitación.

Mordecai: ¿Ah? ¿Por qué me estas echando?

Regular Show - El Descanso de la Monotonía.Where stories live. Discover now