Encuentro Inesperado

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XLIII

Dedicado a Death_Jan y a DanielaMartinezCasil que siempre están conmigo en las buenas y en las malas. Gracias, en serio aprecio muchísimo su apoyo ;w; ♥ 

El tejido oscuro de la madrugada se desvaneció del cielo, dejando a su paso un día frío y nublado de verano. "Totalmente impredecible" pensó Mordecai, arrimado entre sus sábanas blancas; las que tuvo que recurrir cuando el flexible y polvoriento trampolín de Rigby no le brindó el abrigo que necesitó durante la noche. En cuanto a los recuerdos de ésa madrugada, cuando sus amigos fueron tras él y... Rigby le hubo dado la espalda, Mordecai esperaba que sólo se hubiese tratado de una pesadilla o una invención de su imaginación. No había podido dormir, pensando en ello.

¿Cómo es que de pronto les sucedían todas estas desgracias? Era incomprensible, ¡no hace más de un par de semanas que todos estaban muy bien! Margarita volvía a ser su novia, desconocía por completo los problemas de Thomas, Jeremy estaba lejos donde debía estar, Jared no existía y... no tenía la menor idea de los sentimientos de Rigby. Consiente de la monstruosidad en la que se había convertido la noche anterior, no podía imaginar lo que Rigby debía estar sintiendo. Es decir, nunca nadie le había tratado tan mal y... ¿cuándo fue la última vez que hizo algo por él? Como fuera... no imaginaba que éste lluvioso día fuera a mejorar, aunque se esforzara en ello.

Mordecai: Todo ha pasado a la velocidad de un rayo...

Suspiró, no muy orgulloso por su rejuvenecimiento anímico gracias a un buen sexo. Mordecai se enderezó sobre su cama y extendió el brazo a rebuscar entre los cajones ¿Dónde había dejado ese reloj de muñeca? Ya podía verlo en el suelo de la habitación de Eileen, siendo empujado por la barredora junto al pote vacío que Rigby le había confiado para tratar las heridas de Thomas. Era ridículo que algo tan simple como una suave crema pudiera restaurar heridas sangrantes y demoniacas; él mismo se hubiese reído de Rigby si no hubiese estado poseído esa noche, pero era precisamente lo que Thomas necesitaba y había malgastado hasta el último residuo de ésta.

Enfadado consigo mismo, Mordecai se quitó las sabanas de encima y buscó su teléfono celular en las ropas del suelo. No eran nada más y nada menos que las 9:43 a.m. y le sorprendió el hecho de que Benson no hubiese detonado su titánica furia sobre él. ¡Era demasiado tarde! Pálido de impresión, aventó el teléfono sobre el colchón y corrió hacia el armario, donde aún palpitaba el recuerdo de unos temblorosos labios y el temor de ser descubiertos por sus amigos. Mordecai retrocedió al instante, como si la volatilidad del recuerdo le hubiese golpeado con violencia.

Mordecai: ¿Qué está pasándome...?

Se llevó una mano a la frente, caminando en círculos en medio de la habitación. En serio quería intentarlo, en serio quería llevar un día como cualquier otro y fingir que nada había pasado pero ¿cómo hacerlo cuando sientes las prejuiciosas miradas de tus amigos a tus espaldas? Mordecai podía llegar a ser muy bruto pero no era insensible, no podría luego de todas las cosas que Rigby le había escupido antes de colgar el teléfono. Si bien antes no le había prestado mucha atención a todas sus rabietas, ahora le resultaba difícil no escucharlas una y otra vez, imaginando que un rostro de pocos amigos escudaba el rostro deprimente de Rigby para guardar las apariencias.

Un ruido sordo se escuchó desde el otro lado de la puerta, proveniente de la cocina, y Mordecai apresuró unos pantalones y cualquier playera, abandonando la habitación descalzo, con el cierre bajo y la playera aún pendida de un hombro. Mientras bajaba por las escaleras con la playera ya puesta y abrochándose los pantalones, los planes veraniegos de quienes disfrutaban el surf y los días calurosos se vieron frustrados, en su mayoría, por torrenciales lluvias y posibles tormentas, según el pronóstico del tiempo que se transmitía en el televisor en ese momento. Sobre la mesa de noche yacía un tazón casi vacío de cereal, y sobre la cabecera del mueble, una chaqueta.

Regular Show - El Descanso de la Monotonía.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant