Satisfacción

493 29 1
                                    

XXIV

El estado anímico de Rigby iba mejorando, aunque el abandono de Mordecai aún lo hacía sentir ignorado e invisible. Sí, era un pensamiento estúpido para alguien que se dejaba pisotear por la persona que le gustaba; pensó, mientras bebía otro refresco al notar que Mordecai había desaparecido. Entonces escuchó el sonido de la puerta metálica de los servicios, ahí estaba Jared y ¿Mordecai...? Un escalofrío recorrió su espalda al verlos tan cerca y sin poder oírles hablar, pero antes de ponerse de pie e intervenir, Jared regresaba a su asiento, despreocupado.

Jared: ... ¿qué? *Rigby se le quedaba mirando*

Rigby: uhm... ¿Sucedió algo frente al baño con Mordecai?

El peliverde permaneció en silencio, dirigiendo la mirada al pasadizo. Desde su perspectiva, era imposible que Rigby notara la presencia de la mujer que lo acompañaba. Por lo tanto, no estaba seguro de qué era lo que tenía que decirle. Sobre todo luego de que Mordecai le advirtiera de forma "indirecta" que aquello podría molestar a Rigby de alguna manera.

Jared: ¿Por qué habría de suceder algo...? *agitando los cabellos de Rigby*

Rigby: ¡Bah! *apartando su mano* Ya te dije que no soy un niño.

Del otro lado del restaurante, Chloe, la "novia" de Eileen, miraba pensativa a la pareja en los taburetes, sin comprender qué era lo que le llamaba la atención de ellos. Por otro lado, Eileen parecía incómoda por su intensa mirada que, obvio, iba dirigido hacia Jared. Tenía la corazonada de que así era ya que, en sus primeros días de conocer a Chloe en chatroulette, los únicos temas que conversaban, eran los deprimentes sentimientos que Rigby y Margarita le causaban. Por lo tanto, Chloe conocía demasiado bien a Rigby; más de lo que él mismo podría conocerse a sí mismo. Pero de Jared... no sabían absolutamente nada... y temió que de pronto le gustase.

Eileen: *profundo suspiro* Tal vez fue demasiada apresurada mi propuesta después de todo...

Dijo en susurros mientras terminaba de limpiar algunas mesas. La hora de servir el almuerzo iba pasando y los clientes eran poco frecuentes, por el momento. Sosteniéndose en la esperanza de que Chloe había recorrido un extenso trayecto para venir a verla y no sólo por el concierto, se apresuró en ir y preparar una canasta de papas fritas. Entonces la idea de que a Chloe le atraían más los hombres de lo que ella imaginaba, la desviaron del pedido y se apresuró a encender el lavaplatos, despejando el desorden de la cocina. Suspiraba y resoplaba por el golpe de estrés que le causaban los ataques de celos. Aunque quisiera, no podría monopolizar a Chloe y esperar un trato exclusivo por su parte. Eso no sería lo correcto, pensó dando otro suspiro.

Chloe: Eileen... *confundida por verla tan apresurada* ¿estás bien? ¡Hey...!

La castaña se detuvo de fregar el suelo sin levantar la mirada. Era consciente de que sus ojos habían enrojecido por el estrés además de recordar que debía preparar una canasta de papas fritas para un cliente. Intentó reponerse, pero un suspiro involuntario delató sus frustraciones.

Chloe: Ahí vamos de nuevo... *sonríe negando con la cabeza* ¿Que sucede con ese suspiro...?

Eileen: ¿Suspiro...? *frotándose los ojos* No es nada... Es sólo una aspiración fuerte y prolongada seguida de una aspiración profunda que...

Chloe: Sé lo que es un suspiro, Eileen *acercándose*. Ya dime... ¿A qué viene esa aflicción?

Suplicó la peli violeta recorriendo con sus delgados dedos la mejilla de Eileen, despejando sus castaños cabellos de su frente. Desde que se conocían, Chloe se mantenía al tanto del nivel de estrés de Eileen y deseaba estar ahí para tranquilizarla. Y cómo no, si Eileen se esmeraba por ser la mejor de su clase y superar sus depresiones, a la vez. La castaña suspiró contentada aunque adolorida por la sensación de placer que sus caricias le causaban. Hacía mucho que la deseaba...

Regular Show - El Descanso de la Monotonía.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant