Bourbon (pt.2)

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Eileen negó con algo de esfuerzo pues tal y como había adivinado, el cabello de Chloe era de un tierno rosa pastel; un tono muy suave, más suave que el algodón de azúcar. Pensó que casi podría sentir la dulzura en ella, de pronto la quería de todos los sabores. Su mirada recorrió a la peli rosada desde sus pechos hacia su vulva. – De todos los sabores... – susurró inaudible.

Eileen: ¿Satisfecha...? no podría...

Ruborizada por el comentario de la castaña, Chloe salió de su alcance de visión y caminó hacia el armario. Escuchó a Eileen levantarse del suelo y seguirla hasta sentarse sobre su cama, precisamente detrás de ella, descaradamente para poder obsérvala al vestirse.

Eileen: ¿Qué hice yo para...?

Chloe: *interrumpe* Margarita en serio puede ser muy irritante... *cambia de tema*

Eileen sabía perfectamente que ella había sido la causante de esa explosión de emociones. Se sentía orgullosa al verla en sus cabellos, no hacía falta que Chloe se lo dijera. Aunque le hubiese gustado mucho insistir para escucharlo. Sin embargo, aún existía un punto importante qué tratar, y juzgando por el cambio de tema repentino, Chloe lo sabía perfectamente.

Eileen: ¿No la imaginabas así? La conoces mejor a ella... que ella a ti.

Chloe: ¿Qué fue lo que dices que sucedió?

Eileen: Pensé que lo suponías... no es diferente a "lo de siempre".

Chloe: ¿"agua hervida"? pero... no entiendo.

Ese lenguaje secreto donde el agua hervida, era sinónimo de infidelidad. Margarita era una maestra en el poder de la seducción; escapar de ellos era tan sencillo como conseguir que cayeran en la palma de su mano. Chloe caminó rodeando la cama mientras Eileen se limitaba a seguirla con la mirada hasta donde su campo de visión pudo alcanzarla.

Sólo llevaba el brasier puesto y la falda de la cafetería, con la lencería oscura debajo. No eran prendas a juego pero eso poco le importaba a Eileen en ese momento. Con un ligero toque de decepción en el rostro, la castaña se dirigió al baño para enfriar sus pensamientos.

Eileen: Se le fue encima esta vez... y fue Mordecai quien la descubrió. Debió haber enloquecido.

Chloe: Tal vez está exagerando un poco.

Entre la conversación, Eileen revisaba el daño en su nariz o al menos eso pretendía hacer. Sentía la continua necesidad de estornudar; pensándolo mejor, la sensación era tan molesta como el dolor en su cabeza. Buscaba el origen de ese malestar pero no conseguía nada más que forzar su mirada y acrecentar el malestar en su cabeza.

Entonces escuchó a Chloe mencionar su nombre a la vez que la veía inclinarse frente a la puerta de la habitación, a través del reflejo del espejo del baño. El color de su cabello había regresado al purpura pastel de siempre, sin embargo ese era el menor de los detalles en ese momento.

Eileen: ¿Cómo...? Esto... esto no es posible... ¿Margarita?

Chloe: Mírala... está echa un desastre. No puedo levantarla sola, Eileen...

Eileen: Pero no entiendo... ella... ¡Ella estaba muy bien!

Chloe: ¡¿Esto te parece bien?! Vamos, ayúdame a llevarla a la cama.

Ambas chicas intentaron levantarla del suelo pero Margarita parecía haber entrado en un estado gelatinoso. Las pocas fuerzas en las piernas de la pelirroja, causaba que su esbelta figura se deslizara sin problemas entre los brazos de Eileen y Chloe, haciendo difícil la labor de sostenerla y transportarla hacia la cama. Sin remedio, volvieron a caer al suelo.

Regular Show - El Descanso de la Monotonía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora